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ELECTRÓNICA EN ABRIL

Experimental no significa incomprensible

Electrónica en abril lleva a La Casa Encendida una muestra de las tendencias sonoras

Electrónica en Abril es un festival que ha contribuido a que se le pierda el miedo al concepto experimental.
Electrónica en Abril es un festival que ha contribuido a que se le pierda el miedo al concepto experimental.EP

Electrónica en Abril (EEA) es un certamen poco dado a los aspavientos. Quizás por eso, Abraham Rivera, que además de colaborador habitual de estas páginas es, por segundo año consecutivo, el programador del evento, contesta con un escueto y ligeramente sorprendido, “no”, cuando se le pregunta si va a haber alguna celebración especial por su XV aniversario. El festival, que se celebra en La Casa Encendida, sigue erre que erre con su objetivo de siempre. “Cada edición se marca el mismo propósito: traer a Madrid una muestra de los sonidos que están definiendo las nuevas músicas. Los artistas que vienen son los que consideramos más representativos de la electrónica que se sale de los caminos transitados”, explica Rivera.

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Y a juzgar por la programación, el rumbo de la electrónica en 2017 parece ser el producto de la colisión de tres variables. “Es curioso. Sin buscarlo te das cuenta de que de repente hay mucha más conciencia política. En sus entrevistas y en sus discos, artistas británicos como Gaika, Lone o Demdike Stars hablan abiertamente del Brexit. Holly Herndon ya anticipaba en sus trabajos lo que están pasando con la elección de Trump... Se han dado cuenta de que siendo artistas tienen que ocuparse de ello”, explica Rivera del primer eje que casi como consecuencia natural lleva al segundo. Si el rival habla de cerrar las fronteras, la electrónica se abre al exterior. Es el caso del alemán Jannis Stürtz, alias Habibi Funk, lo que llaman un digger, alguien que rebusca joyas olvidadas en los cajones de tiendas de discos. “Es uno de los grandes impulsores del redescubrimiento del funk, disco music y boogie árabe de los setenta y ochenta, gracias a un minucioso rastreo de discos en Túnez, Marruecos o Egipto”, cuenta Rivera.

Pero en este encuentro hay más que viajes en el tiempo. También los hay personales: hacia fuera, para mirar hacia dentro. La suiza Aïsha Devi fue criada por su abuela india y su abuelo suizo —físico, amigo de Jung e investigador en el CERN—. Formada como soprano clásica, inició su carrera firmando como Kate Wax. Pero recuperó su nombre real tras viajar a Nepal buscando a su padre, indio de la zona del Himalaya, al que nunca conoció.

Su trabajo actual se basa en la electrónica europea, en los mantras tibetanos, que descubrió en aquel recorrido, y en su condición de mujer. La tercera de las patas que sustentan el festival: “Como en el caso de la política, la mayor presencia femenina es simplemente algo que el momento te marca. Siempre ha habido que prestar atención, pero ahora se exige una mayor visibilidad”. Herndon, que inauguró ayer Electrónica en Abril, Aïsha Devi y la cantautora australiana Carla Dal Forno, que actúan hoy, son las tres mujeres del cartel. “En el plano femeniNo, tanteamos muchísimas más. Me hubiera gustado que hubiera paridad, pero no fue posible. A pesar de ello, creo que es significativo lo que hemos conseguido”, incide el programador.

En el caso de la electrónica es un problema muy concreto que los artistas hagan directos. “Hay artistas con grabaciones increíbles que no las interpretan en vivo”, apunta Rivera, que mañana trae a EEA a los británicos Samuel Kerridge, Lone y Demdike Stars. “Se mueven dentro de las coordenadas del baile, pero no es Ibiza”, apunta. También mañana será el turno de Gaika, que opera desde el barrio londinense de Brixton. Si la capital británica parece haber reaccionado al Brexit desde una reivindicación de su multiculturalidad, con un alcalde, Sadiq Kahn —musulmán de origen paquistaní—, Gaika le toma el pulso al barrio con un sonido que él define como ghetto futurism.

La reivindicación del gueto llegó a España con el trap, variante del rap que trae al festival a una de sus grandes estrellas, Yung Beef. El granadino, que pinchará con el seudónimo Fernandito Kit Kat, llega en sustitución de Steve Lean, su compañero en el grupo Pxxr Gvvng. Lean lleva semanas interno en Soto del Real. “No ha trascendido el motivo de su detención, pero sí que se le ha aplicado la prisión preventiva, porque el juez aprecia riesgo de fuga”, afirma Rivera.

Este es, a grandes rasgos, el menú de Electrónica en Abril, un festival que ha contribuido a que se le pierda el miedo al concepto experimental. Ya no es sinónimo de algo extraño, incomprensible y elitista. “Lo que vamos a ver hasta el domingo es arriesgado, pero es asimilable. Puedes pensar: ‘Esto no lo he visto antes, pero me gusta”.

Un festival vespertino

Electrónica en Abril es un festival más vespertino que nocturno. Las actuaciones en el auditorio comienzan a las 19.00 y las del patio a las 20.00 y los conciertos terminan antes de la medianoche.
Pero además integran actividades matutinas pensadas especialmente para los niños. Es parte de la programación del ciclo En Familia que incluye teatro, conciertos, cine, visitas guiadas a las exposiciones, bebeteca, y un taller intergeneracional para jugar y pensar sobre la identidad. Este año el certamen contribuye con dos conciertos y un taller.
El sábado, Jhon Montoya, artista colombiano afincado en Italia presentará el choque de ritmos y tradiciones que es su marca. Su último disco Lux habla del recorrido de la luz durante el periodo de un día completo, desde que sale el sol hasta que llega la noche.
Al día siguiente el colectivo Chico-Trópico llega con el Dr Chip Vicious, un personaje imaginario amante de los cables y los sintetizadores. En concierto interactivo de cacharrería electrónica para niños. Loops, cajas de ritmo, vocoders que podrán conocer de primera mano mientras bailan al ritmo de una sesión electropical. Ese mismo día se ha programado un Taller de sonidos electrónicos para jóvenes electromúsicos/as de 7 a 14 años. La idea es familiarizarse con instrumentos electrónicos como osciladores, delay, o secuenciadores. Aprender a combinarlos para crear sonido. Contarán con un secuenciador y un teclado para que los chavales puedan aprender a crear tus propias melodías y ritmos.
También habrá un sintetizador Little Bits, réplica accesible y sencilla del clásico sintetizador modular de Korg. Con esa herramienta se pueden crear sonidos electrónicos usando circuitos analógicos. Durante la primera hora se enseñará su uso, para dar paso, en la última media hora del taller, a la creación de una performance colectiva.

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