El donjuán de las webs de citas, acorralado por sus víctimas en un juicio
A Rodrigo Nogueira le reclaman 5.000 euros de un mes de alojamiento en un hotel de Pontevedra del que se fue sin pagar
Rodrigo Nogueira, un vecino de Marín (Pontevedra) de 39 años, sospechoso de estafar a más de medio centenar de mujeres por toda España a las que conoció a través de webs de citas utilizando diversas identidades, compareció ayer martes ante un juzgado tras ser denunciado por un hostelero que le reclama 5.000 euros, la factura de un mes de alojamiento del acusado con una mujer que también se sentó en el banquillo.
Nogueira, conocido como el “donjuán gallego” que fue detenido hace un mes en la localidad de Álcazar de San Juan (Ciudad Real) después de permanecer cuatro meses fugitivo de la justicia, estaba reclamado por el tribunal que le iba a juzgar por estafa y desde entonces ha permanecido en prisión. El acusado se enfrenta a dos años de cárcel y la devolución del dinero adeudado, además de las costas del juicio.
El famoso donjuán utilizó la misma estrategia para ligar con una mujer, Olga G.G., también acusada. Se presentó ante ella como un italiano, Leto Scorsi, experto en informática, y que había sido contratado por la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra tras ser atacado por un hacker. Pero en el juicio lo negó todo y cargó toda la responsabilidad en su excompañera sentimental para la que el fiscal pide la misma condena como cómplice de la estafa.
Los peritos y la acusación particular trataron de desmontar la coartada del presunto estafador que, según la fiscalía, en marzo de 2013, él y la mujer llegaron a un conocido establecimiento hostelero de la localidad de Meaño (Pontevedra), alardeando ante sus dueños y empleados de su capacidad económica y solvencia para pagar los servicios. Con “esta errónea creencia”, dijo el fiscal, permanecieron alojados durante un mes y luego se marcharon sin abonar los 5.062 euros que debían de la habitación y restaurante.
Al juicio acudió una nutrida representación de mujeres de distintas ciudades españolas que declararon como testigos y presuntas víctimas del estafador. Todas ellas se vieron reflejadas en la acusada cuando su abogada arremetió contra Rodrigo Nogueira. La letrada aseguró que la acusada “es una víctima más de este hombre a la que manipuló y engañó con una identidad falsa, al igual que hizo con tantas otras”.
Utilizando también el nombre de Leonardo Salinas, el acusado tuvo que escuchar sus propias mentiras reproducidas una y otra vez por los testigos de la acusación. Uno de los dueños del hotel admitió que también fueron víctimas de la “personalidad empática y convincente” del acusado. Que incluso se prestó a solucionarles un problema en los ordenadores del hotel.
Desde hace veinte años, el acusado se hacía pasar por tatuador, compositor o empresario de éxito, con un cociente intelectual superior a la media, nacido en diferentes ciudades europeas y con 15 nombres diferentes para ligar con mujeres en las redes sociales. Ellas se unieron en un blog para denunciar las fechorías del “donjuán gallego”.
Con todas empleaba las mismas tácticas de seducción y ponía fin al idilio amoroso después de pedirles dinero, llevarse su portátil o el equipo de música sin derecho a devolución. Algunos casos llegaron a los juzgados pero sin mayores consecuencias penales para el supuesto timador al tratarse de menores cuantías.
Ravenshill, Redhood, Adrian, Roy, Varafinder, Leto, Shrapnel y un largo etcétera de sobrenombres fue desenmascarado en el blog de sus víctimas, abierto en 2014, donde ponen sobre aviso a otras mujeres. Ellas lo identifican como Mr Ripley, el protagonista de la novela del género negro y thriller psicológico de la escritora Patricia Highsmith, El talento de Mr Ripley.
Las víctimas de Nogueira cuentan en su blog cuáles eran sus armas de seducción pero también lo describen físicamente al detalle. De hecho, la falta de piezas dentales sirvió de pista a la policía para poder identificarle y detenerle hace un mes cuando se encontraba en busca y captura. “Le faltan casi todos los dientes debido a una enfermedad congénita, pero no importa, porque inventará un accidente en coche, moto o avioneta, varios meses de sufrimiento en un hospital en soledad… desprende tanto magnetismo y derrocha megabytes de seguridad en sí mismo, así que pronto dejarás de fijarte en su físico y acabarás envuelta en sus ojos, como el pequeño Mowli en la serpiente Kaa” , dicen en el blog.
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