El Play-Doc de Tui exhibe su proyección más internacional

Play-Doc Festival Internacional de Cine Documental está inmerso esta semana en su edición más internacional y, a la vez, en su mayor apuesta por el cine gallego. La 13º edición del certamen ha congregado en Tui (Pontevedra) a los más representativos cineastas de la vanguardia audiovisual.

De la mano de los directores de esta iniciativa que arrancó en 2005, Sara García y Ángel Sánchez, Play-Doc ha exhibido los mejores trabajos del panorama internacional de un género emergente como es el cine documental. De cineastas gallegos se han proyectado 12 películas, que han mostrado el buen momento creativo de la cinematografía en Galicia.

Cada año surgen más nombres que se suman a un elenco de realizadores que han conquistado premios y reconocimientos en el extranjero. A ellos, Play-Doc les ha dedicado, un año más, un programa especial para la proyección de sus obras, que encarnan diferentes formas de entender el cine documental.

Un cine diverso que muestra la vitalidad de una nueva generación de creadores que emplean este género cinematográfico para investigar, tanto en la forma como en los contenidos. Entre las películas presentadas en el festival hay títulos como Rust, de Eloy Domínguez, y Montañas ardientes que vomitan fuego, de Helena Girón. Otros cineastas echan mano de la animación para tratar un suceso como Cristina Caamaño en La fuga de los 45 de la cárcel Modelo de Barcelona en 1978.

La muestra aborda también una revisión de los procesos de creación. Quiasma, de Tono Mejuto, se acerca al arte de un coreógrafo y bailarín; Manuel Vilariño. Ser luz, de José Manuel Mouriño, profundiza en el trabajo del premio nacional de fotografía; Aysha, de Fon Cortizo, retrata a una poetisa de Oriente Medio; y El equilibrio de los opuestos, de Alberto Baamonde, muestra la lucha de un cocinero con estrella Michelín Javier Olleros para defender su restaurante de Culler de Pau, en O Grove.

En algunos casos, como el del fotógrafo Tono Mejuto, se trata del primer acercamiento del autor al cine de no ficción para plasmar, en colaboración con el coreógrafo Javier Martín, el proceso de creación de uno de sus espectáculos de danza contemporánea.

Cinco de estas películas han sido estreno mundial en el festival, que ha ampliado su sección dedicada a los cineastas gallegos. Play-Doc ha contribuido en estos 13 años de existencia a la difusión en el extranjero del sector en Galicia, organizando programas y ciclos en diferentes lugares como el festival Dokufest, en Kósovo, el Citeina Universitaire de París o el Town Hall de Nueva York, así como en otras ciudades españolas.

Retrospectiva de Gagnon

El festival, que echa el cierre este domingo, ha contado como invitado especial, al que le ha dedicado una retrospectiva, al realizador franco-canadiense Dominc Gagnon, del que se han proyectado cinco películas cuyos títulos se han centrado exclusivamente en su trabajo de montaje a partir del material encontrado en Internet.

Gagnon se interesa por el experimento con videos anónimos que la gente cuelga en YouTube. Al trasladarlos a la gran pantalla, el director crea una especie de comunidad en la que las voces solitarias dialogan entre si, buscando su propio análisis de la sociedad donde mezcla elementos tragicómicos entre la solidaridad y la provocación.

El cineasta presentó una trilogía americana (Big Kiss, Good Might, Rip in Pieces America y Pieces and love all to hell), realizada al comienzo del mandato del expresidente estadounidense Barak Obama, en plena crisis económica y bajo la amenaza de un nuevo orden mundial. Esta trilogía, según los organizadores, “ofrece un retrato inquietante de los demonios que perturban las masas anónimas de un país afectado por viejos prejuicios y nuevos odios que ha cobrado un significado especial ya que vaticina la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América".