El núcleo de Colau pide a Podem que recapacite y no bloquee la confluencia

Podem revelará este miércoles si finalmente abre el proceso de participación entre su militancia para que decida si continúa involucrada en el partido de izquierdas que auspicia Ada Colau. La decisión, de confirmarse, supondrá un serio revés para el resto de socios que no alcanza a comprender la estrategia de la formación morada. El núcleo más próximo a la alcaldesa de Barcelona cuestiona la posición de Albano Dante Fachin, secretario general de Podem, porque insisten en que han cedido a parte de sus exigencias. Fuentes de los comunes esgrimen que habrá listas abiertas (en principio eran cerradas); votación telemática (aunque con inscripción previa presencial) y un documento de compromiso sobre el código ético que se acabará desarrollando cuando esté constituido el nuevo partido dentro de un mes en la Vall d'Hebró.

El paquete de propuestas, sin embargo, se queda lejos de las reivindicaciones de Podem. Su ejecutiva considera capital que sus 52.000 inscritos puedan votar de forma on line conectándose al sistema informático de Un país en comú. Ese punto es una barrera infranqueable para Podem, que entiende que si hay inscripción presencial queda anulada la telemática. Es una exigencia irrevocable para Podem. Pero también para los comunes que aventuran que en ese caso no habrá posibilidad de consenso. No habrá, salvo sorpresas, ningún acuerdo sobre este punto. La propuesta de los comunes es que las personas que se hayan registrado en la página web puedan votar on line, siempre después de validar su identidad físicamente y aportando el DNI, en un espacio de varios días el nombre de la formación -En Comú Podem, Catalunya en Comú o En Comú-, los miembros de la ejecutiva, el ideario y el secretario general.

Los comunes alegan que ahora acceden a las listas abiertas, voto telemático y código ético

Miembros de la confluencia defienden la necesidad de validar el censo con el DNI presencial -similar a como se hizo en el 9-N- para evitar posibles fraudes y y avisan que el de Podem está inflado, que en realidad no lo controla. Y apuntan que hubo casos de fraude en votaciones en La Rioja o Alicante porque cuando un ciudadano se registra en Podemos se enlaza a un teléfono móvil que se puede duplicar. Podem replica que son casos contados y que su votación on line, que movilizó por ejemplo en las primarias a 6.927, es modélica. Su propuesta es que la militancia de todas las formaciones voten también de forma telemática. La discusión revela un pulso por la correlación de fuerzas de nuevo partido ante la diferencia de número de afiliados entre unos y otros. Los 52.000 inscritos de Podem contrastan con los 4.358 afiliados y 1.520 amigos de Iniciativa per Catalunya y los 3.542 y 2.509 militantes de Esquerra Unida i Alternativa. Los documentos de Vistalegre 2 los votaron en Cataluña 15.000 inscritos sobre 28.000 activos

Podem considera irrenunciable que sus inscritos puedan votar directamente el nuevo partido

Pero no solo les separa este punto. Podem, que presentó un ultimátum a los comunes hace ocho días, es contrario a la decisión de consensuar una ejecutiva entre las cúpulas de los despachos. Y algo más: ha presentado una propuesta de código ético con limitación de mandatos y de salarios. Los comunes están ahora elaborando uno que desarrollará después de la fundación del partido y que será muy similar al de Barcelona en Comú. Ese escollo ya emergió al principio de las negociaciones. La ejecutiva de Podem, que asegura que tiene el apoyo de Pablo Iglesias -no se ha pronunciado sobre el conflicto- asegura que es el único socio potencial que ha elevado una sugerencia sobre el tema. "Lo estamos preparando y si Podem no lo sabe es porque no vienen a las reuniones", afirmaron fuentes de la confluencia a Europa Press.

El rechazo a que los inscritos puedan ejercer el derecho al voto ha generado indignación en los círculos. Fuentes del partido, ajenas a la ejecutiva, garantizan que Fachin ha ganado apoyo entre las bases -dicen que ha dinamizado el debate- porque tienen la percepción de que les está defendiendo de la confluencia pone en peligro su identidad.