Els Amics de les Arts: “Conectamos por proximidad”

Son Els Amics de les Arts. Se consideran personas normales, lejos de las distancias que las estrellas del rock establecen como pauta de relación con su público; "nosotros conectamos por proximidad", dicen. Asumen que la popularidad y la fama no tienen el glamur que imaginaban, aunque tienen la ventaja "de que facilita las conversaciones de ascensor con los vecinos y cuando llevas a los niños al cole". Aún con todo no pierden de vista el lugar privilegiado del que disfrutan en la escena musical catalana: "Un 85% de las publicaciones de discos anuales corresponden a primeras obras, lo que quiere decir que solo un 15% de los discos son continuación del debut.

Nosotros hemos publicado cuatro álbumes de estudio, y los tres últimos han sido Disco de Oro, así que sabemos lo que tenemos y encima hemos tenido la suerte de que la popularidad nos ha cogido mayores". Acaban de publicar su quinto disco, Un estrany poder, una apuesta por nuevos colores en su paleta musical "teníamos que evolucionar y este era el momento de hacerlo", afirmaban sin poder disimular la satisfacción ante su nueva colección de canciones.

Para reorientarse estilísticamente, Els Amics de les Arts, más de diez años juntos, recurrieron a un productor reputado de la escena independiente, el escocés Tony Doogan: "Teníamos la inquietud artística de dejar entrar a un productor que nos facilitase trabajar de otra manera, ayudándonos a probar otros sonidos, otras estructuras de canción. Necesitábamos un cómplice para renacer".

Nuevas 12 canciones

El resultado es que las nuevas doce canciones del grupo escapan de la linealidad, tienen estructuras algo más complejas, toques electrónicos, más guitarras, juegan con los silencios y en ocasiones acuden a los bruscos parones para realzar así su ritmo, "Tony nos hablaba en términos de estructura de canción, nos pedía otro estribillo, una intro, otro puente, nos sugería no llenar las canciones con nuestras voces para así dejar espacio a que el oyente ponga su parte. Nos decía que se trataba de desarrollar ideas que ya habíamos expuesto en discos precedentes", explican con esa rara habilidad del grupo para hablar a cuatro voces.

Esta evolución, "es que tras diez años nos habíamos de plantear cómo queríamos nuestro futuro", dicen, también afecta a las letras.  

"Nos hemos caracterizado por mostrar al público el plano que debían mirar. Este disco es más impresionista, menos explícito, las letras no son tan claras como antes, hay gente que nos decía que era la primera vez que no sabía de qué iba la canción. Hay algo más de ambigüedad", manifiestan.

Al mismo tiempo, el cuarteto destaca el papel del productor para construir el mensaje entre la música y la letra. "La canción Casa en venda tiene un crescendo final de dos minutos hasta que llega el estribillo, y allí hablamos del arrepentimiento de los protagonistas por haber vendido la casa familiar. Se plasma la emoción de la letra y de lo que queríamos transmitir, y eso no solo se logra con la letra. Por eso ese crescendo, has de transmitir tu mensaje con la música y luego llegará la letra para redondearlo. A eso nos ayudó Tony", recuerdan.

“Hay algo más de ambiguedad en el nuevo disco”

También Tony les dio la idea de estructurar el disco como si se tratase de un concierto, con un inicio rítmico, una bajada de intensidad en la parte central que ocupan las baladas y un esprín final nuevamente rítmico "Tony nos decía que las baladas tenían que ocupar su lugar en el disco, porque las rápidas tenían la función de llamar la atención en los festivales, donde no todo el mundo va a verte a ti". Y en eso está ahora el grupo, en armar un directo diferenciado entre salas y festivales que adapta su viejo repertorio a las nuevas constantes sonoras de la banda. Pero que nadie se asuste, la banda permanece plenamente reconocible. Els Amics de les Arts son los de siempre, pero puestos al día y hasta riéndose de sí mismos y de todos los demás en piezas como El seu gran hit.