Un Dalí casi desconocido, a subasta
‘Figura de perfil’, que no se había visto desde 1929, representa a su hermana Ana María
Uno de los cuadros más famosos de Salvador Dalí es Figura en una ventana, que representa a la hermana del pintor, de espaldas, mirando el mar desde la casa familiar de Es Llaner, en Cadaqués. Pero la obra, realizada en 1925 y que se exhibe desde 1988 en el Museo Reina Sofía, no es la única que el genial pintor de Figueras realizó a su hermana. Hasta doce retratos al óleo giran en torno al monotema de Ana María, algo que llevó a Rafael Santos Torroella, uno de los mayores especialistas en Dalí, a hablar de una “Época Ana María” entre 1923 y 1926 en la que la hermana aparece en todo su frescor y lozanía de adolescencia. Una de estas obras, Figura de perfil,casi inédita, ya que solo se había visto en 1929, cuando el pintor la expuso por primera, se subasta el 2 de marzo en la galería londinense Bonhams con un precio de salida entre 1,4 millones de euros.
En 1929 Joaquim Cusí, uno de los primeros coleccionistas de Dalí; un farmacéutico que hizo fortuna con una pomada para infecciones oculares, compró la obra por 500 pesetas. Al morir, la dejó en herencia a su hija Josefina, pero nunca se volvió a ver. Por eso, la única fotografía conocida era la de la exposición de las Galerías Dalmau que mostraba la obra cortada y sin firma. Ahora, la sala de Londres ha distribuido la primera imagen completa y en color de esta obra de juventud de Dalí.
Sin desvelar si la Fundación Gala-Salvador Dalí optará a comprar esta obra de 74,2 por 50 centímetros, la directora de los museos Dalí Montse Aguer, asegura que este periodo ”en el que realizaba solo obras de la familia, paisajes y autorretrato está muy bien representado en la Fundación”. Sin embargo, destaca “que el hecho de que haya estado tanto tiempo sin poder verse ha levantado cierto misterio y la hace apetecible”. Para Aguer “cada retrato tiene sus características. En éste destaca su composición y el tratamiento de la luz que hace Dalí”.
La salida a la venta de esta obra es importanta “porque dinamiza el mercado y es bueno para la cotización del artista”. En este sentido, la obra no presenta ninguna duda sobre su atribución. “Está muy bien documentada”, remacha la directora de la Fundación que considera que el precio de salida “es correcto para su primera época. Dalí tiene otros momentos de cotización más alta, como la surrealista”
Musa hasta la llegada de Gala
Ana María fue hasta 1929 la musa e inspiración de las obras que Dalí pintó tanto en Cadaqués como en Figueras. Pero la llegada de Gala a la vida del pintor en 1929 lo cambió todo desencadenando una guerra familiar. Ese mismo año Dalí fue expulsado de la casa de Es Llaner y tuvo que comprarse la barraca de Portlligat. En 1942 el pintor publicó la Vida Secreta(traducida al castellano en Buenos Aires en 1944) causando una gran indignación en su anciano padre y su hermana.
En 1949 la respuesta vino en forma de libro: Ana María publicó Dalí visto por su hermana donde aseguraba que los surrealistas y en especial Gala, a la que no citaba en ningún momento, eran los responsables de todos los males. Nunca hubo reconciliación. Ni siquiera tras la muerte del padre en septiembre de 1950, a pesar de que los dos hermanos vivieron hasta su muerte en 1989, Salvador en enero y Ana Maria en mayo, a unos pocos metros de distancia.
Precio de salida
Por su parte, Ricard Mas, experto en Dalí y autor de varios libros sobre el pintor; el último, Dalí y Barcelona,a punto de publicarse, asegura que la obra tiene un gran interés, pero coincide que este periodo está bien representado en la Fundación. “No tanto el que va entre 1930, cuando es expulsado de su familia tras unirse a Gala, hasta 1948, cuando la pareja vuelve de Estados Unidos”. En cuanto a la cotización asegura: “en comparación con las pocas obras que han ido saliendo en venta en los últimos diez años por las dimensiones y la época tiene un valor de salida un poco alto”, pero matiza que a “Dalí le queda mucho camino por subir en su cotización”.
Mas concluye recomendando que sea el Estado el que compre las obra “dentro de la ‘operación Cataluña’ y que la deposite en el MNAC, como signo de entendimiento con Cataluña”. “¡A ver si me hacen caso!”, dice el experto sonriendo. Y concluye: “Lo bueno es que el cuadro costó tres euros y ahora se vende por más de un millón”.
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