Arqueología, folk y tabernas
El músico, líder de Luar na Lubre, es un apasionado de la historia, lo celta y las tabernas
1. Biblioteca Nacional. Me gusta perderme tardes y mañanas enteras consultando libros de música y arqueología. Los músicos de folk tenemos que investigar mucho para recuperar músicas tradicionales y aquí hay muchas grabaciones antiguas. Hoy con Internet es fácil llegar a todo, pero no es lo mismo: yo voy de libro en libro como si estuviera siguiendo los links de una Wikipedia (Paseo de Recoletos, 20).
2. Museo Arqueológico Nacional. En arqueología me interesan particularmente las culturas del norte, tanto de Europa (germánica, vikinga) como de España. La cultura celta tiene mucho que ver con la música que hacemos. Este lugar es un compendio de historias que está muy trazado y tienen un buen fondo de orfebrería galaico portuguesa, de la cultura castrense (Serrano, 13).
3. Teatro Alfil. Luar na Lubre cumple ahora 30 años, pero no fue hasta el cuarto disco, Plenilunio, de 1997, cuando tocamos por primera vez en Madrid. Lo presentamos en este teatro, del que guardo buen recuerdo. Un sitio pequeño y acogedor, medio teatro, medio sala de concierto, con una barra en el patio de butacas en la que puedes pedir algo para beber durante el espectáculo (Pez, 10).
4. Tres tabernas gallegas. No suelo ir a sitios gallegos fuera de Galicia, para no llevarme chascos, pero en este caso funcionan. Son Maceira, Maceiras, Belesar, y las lleva Mario Lamazares. Es comida gallega tradicional, muy sencilla pero con las mejores materias primas, que es lo que importa. El ambiente es como si estuvieras en la feria de una aldea (Jesús 7, Huertas 66, y Huertas 64).
5. Teatro Lara. Lo he conocido hace bien poco y me ha sorprendido. Artísticamente es una pasada, tiene ya más 135 años y está muy bien conservado: un teatro clásico, a la italiana… si pones una banda en el escenario se convierte en una cajita de música (Corredera Baja de San Pablo, 15).
6. Círculo de Bellas Artes. Es otro de los lugares emblemáticos para el grupo, hemos hecho presentaciones allí, la última de Mar Maior (2012), y vamos con asiduidad a Radio Círculo, donde Sonia Frías hace uno de los mejores (y los pocos) programas en música folk que existen. Se llama Entrelares. Además el edificio, impresionante, es de Antonio Palacios, el arquitecto gallego (de Porriño) que cambió Madrid (Alcalá, 42).
7. Taberna Elisa. Es hermana de otras como la Fontana de Oro, el Parnasillo del Príncipe, el León de Oro, todas de historia literaria. Era la catedral del folk en Madrid, un lugar de encuentro donde la comunidad se reunía y se celebraban conciertos. Cerró hace un par de años: la regentaba el gaitero Santi Barral que falleció, desgraciadamente, en el accidente del Alvia en Santiago. El local reabrirá en breve (Santa María, 42).
8. Templo de Debod. Fuimos a hacernos unas sesiones de fotos y me sorprendió muchísimo, no sabía que había tal cosa en Madrid. Fue algo mágico, en un lugar que está fuera de contexto completamente, y que me resulta muy curioso (Ferraz, 1).
9. Sala Galileo Galilei. Un templo de la música y para nosotros un talismán. Hemos tocado varias veces y siempre nos fue muy bien, con lleno y buena acústica. Me gusta que se puede pintarrajear en las paredes del pasillo de salida al escenario, un paso muy estrecho en el que hay que ir en fila india, sin tropezar (Galileo, 100).
10. Café Barbieri. Me gusta mucho la mezcolanza del barrio de Lavapiés y en particular este café. Lleva desde 1902 y está muy bien conservado, con ese toque decadente de viejo café, ya hay pocos que conserven la esencia. Hay música en directo y lo considero uno de los lugares emblemáticos de Madrid (Ave María, 45).
30 años de música celta
Bieito Romero (A Coruña, 1964) es fundador de Luar na Lubre, la banda folk gallega que cumple 30 años de andadura. Extra Mundi es su último disco. El próximo 2 de marzo celebran su aniversario en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa (Plaza de Colón, 4)
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