Los circos con animales se quejan del veto municipal con bocinazos

Con una hora de retraso y sin animales arrancó esta mañana la manifestación de empresarios circenses en contra de la prohibición municipal de que los circos cuenten con ejemplares salvajes. Contaban con el  permiso para que 13 tráilers circulasen entre Plaza de Castilla y Ventas, pero finalmente se congregaron 30. Los vehículos se desplazaron en dos grupos tocando la bocina. El objetivo era reclamar una ley nacional en defensa del circo tradicional como en el resto de Europa, pero no se leyó ningún manifiesto y la descoordinación era evidente.

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Frank Bugler, alemán, dueño del Circo Berlín, viajó 10 horas desde Cádiz para participar en la concentración. “Es una vergüenza lo que están haciendo quienes buscan prohibir el circo con animales. Están difamando nuestra profesión. No prohíben las carreras de caballos, las peleas de gallos ¿y a nosotros sí?”, cuestionó el artista y empresario. Jay Gartner, domador de elefantes del Circo Gottani, agregó: “Hay que hacer una ley para nosotros, como se hizo con los toros”.

Los transeúntes que circulaban por la plaza Colón, el paseo de Recoletos y la calle de Alcalá miraban boquiabiertos la hilera de camiones sin entender a qué se debía el alboroto de  bocinas, porque no hubo una voz al megáfono. Ni gestos de apoyo ni de desaprobación, solo brazos alzados grabando el recorrido. Al llegar a la plaza de toros de Ventas el grupo sumaba medio centenar de personas.

Nacho Vedrera, portavoz de la Asociación de Circos Reunidos, participó este lunes en el encuentro con la alcaldesa, Manuela Carmena, para abordar el tema. “Me dio la impresión de que no van a prohibir los animales en el circo, es que no pueden porque nuestras actividades con animales están autorizadas por la legislación europea y española”, sostuvo el empresario. Por su parte, la alcaldesa explicó que mientras no haya sido aprobada una ordenanza municipal que así lo establezca, no se impedirá la presencia de circos con animales en Madrid y, además, que en la regulación en la que está trabajando el Ayuntamiento serán escuchadas todas las partes implicadas.

En la Comunidad de Madrid hay 51 consistorios que ya restringen esta práctica,incluida la capital, que acaba de aprobar que se modifique la normativa municipal para defender los "derechos básicos de los animales".