Poesía hecha de átomos

Lo poético no es solo lo que reside en el poema impreso, sino eso, casi indefinible, que revolotea por ahí y se va posando en una canción, en una película, en una pintura... pero también en un objeto cotidiano de los que solemos manipular con frecuencia. Hay poesía hecha de átomos, objetos poéticos de los que emerge una poesía visual.

Más información

Postales, vermut y ‘expo’ en la Tàpies

Los artistas del futuro ya están aquí

Dos peonzas que forman un rojo corazón, un tablero de ajedrez en el que los peones de ambos colores se han alineado contra el rey, la reina y los trebejos más poderosos, dos gafas que han quedado unidas para siempre mediante un cruce de miradas, una perla emerge de una simple lata de conservas. Son algunas de las propuestas de los hermanos Javier y José Luis Díez. En su faceta de diseñadores de producto, más pragmática, llevan dos decenios llamándose díez+díez diseño. Desde hace seis años comenzaron a hacer poemas con cosas, bebiendo de la tradición de los dadaístas, Joan Brossa, Nicanor Parra o Chema Madoz. En esta faceta se llaman díez+zeíd y precisamente comenzaron en la galería Mad is Mad (Pelayo, 48), que ahora acoge su nueva exposición.

En Encuentros y desencuentros, su décima muestra individual (hasta el 15 de febrero), los diseñadores-poetas juegan con la idea del amor, sus aledaños y sus complicaciones, ofreciendo estas piezas únicas (entre 120 y 1.500 euros) a cuyo significado se accede mediante un click mental: todas tienen su punch, su rima interna, su chiste, que a veces no es evidente a la primera. Las distorsiones en el significante generan magia poética. Así, quien recibe en la exposición es El beso, una pieza en la que dos lámparas flexo casi humanizadas que se dan el lote sin ningún pudor, poniendo todos los vatios en el asador y sin ningún miedo a recalentarse en público.