Las lluvias torrenciales relevan al viento, que deja al menos un muerto y ocho heridos
La caída de árboles causa la mayor parte de los daños personales registrados. Muere además, al precipitarse por las escaleras, una mujer cuya vivienda estaba afectada por los cortes masivos de luz
El temporal que castiga Galicia no da tregua, pero durante la madrugada los vientos que el viernes alcanzaban los 195 kilómetros por hora han ido dejando paso a las lluvias torrenciales e incesantes, que causan a estas horas los mayores problemas por inundaciones y embolsamientos en carreteras. Las caídas de árboles, sobre todo, pero también de escombros, han provocado accidentes que a estas horas se saldan con ocho heridos, mientras que un hombre ha aparecido muerto esta tarde entre un montón de ramas en Xilán, Muras (Lugo). Además, unos 49.000 hogares permanecen sin luz y una mujer cuya vivienda también estaba afectada por los cortes masivos del suministro eléctrico ha fallecido tras precipitarse por las escaleras de su casa.
La Guardia Civil de Lugo considera que la muerte del hombre hallado pasadas las tres de la tarde en Muras fue "accidental", al no encontrarse "indicio alguno de delito". "La persona falleció al resbalar sobre unas ramas después de retirar un árbol en la carretera de Viveiro-Xilán", ha explicado a El País un portavoz oficial del instituto armado. Los agentes esperan todavía en el lugar al forense, pero han identificado ya al hombre como José P.S., de 80 años y vecino de Xeldriz (ayuntamiento de Ourol, Lugo). El juzgado de guardia trabaja con la hipótesis de que el hombre muriese por un traumatismo craneal al caer después de resbalar. El viernes por la tarde fue hallado en Ourense el cadáver de un varón de 64 años debajo de un alpendre y ante un árbol caído. El caso está siendo investigado para concretar si su muerte también puede vincularse a este temporal.
La mujer fallecida era vecina del lugar de As Quintas (Codeseda), en el ayuntamiento pontevedrés de A Estrada, el municipio gallego que según los servicios de Emergencias ha registrado un mayor número de incidencias esta madrugada, aproximadamente 100. En torno a las 10.30 de esta mañana, tal y como informa Europa Press, el 112 recibió la alerta de un vecino que dijo que dentro del inmueble se oía a una persona pidiendo auxilio a gritos. Dentro de la casa, al pie de la escalera, aparecieron postrados en el suelo la fallecida, de 91 años, y su marido, que fue rescatado con vida pero herido y con dificultades respiratorias. El matrimonio vivía sin luz a causa del corte en el suministro por la caída de abundantes postes y torretas y la rotura del tendido eléctrico. En total, las compañías reconocen una cifra que ronda los 49.000 hogares que siguen sin luz, y en muchas zonas, incluido el centro de ciudades como Santiago, a los titulares se les ha informado de que hasta el lunes es probable que no se puedan reparar los daños y restablecer el servicio.
Los equipos de Emergencias siguen sumando incidencias registradas, más de 3.000 desde que comenzaron a arrasar Galicia las borrascas Kurt y Leiv. Y aunque la costa, especialmente en la provincia de Pontevedra, permanece en estado de alerta, con olas que hoy han alcanzado los ocho metros y han llegado a engullir un faro en Marín, la tromba casi constante afecta también gravemente al sur de A Coruña y al interior de Galicia, en la provincia de Ourense. Además, la nieve ha irrumpido en las montañas de esta provincia y de Lugo. Las alertas amarilla por nieve y naranja por temporal continuarán durante el domingo, respectivamente, en el interior y en las zonas más próximas a la franja costera.
Tras A Estrada, Vigo ha sido uno de los municipios más duramente golpeados esta madrugada. Allí ha volado la cubierta de la grada de Río en el estadio de Balaídos, actualmente en obras de remodelación. El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, ha declarado que en esta situación no se podrá disputar el partido que volvía a enfrentar en la Liga al Celta y al Real Madrid tras la eliminación de este en la Copa del Rey. El encuentro, sin embargo, todavía no ha sido suspedido oficialmente.
Meteogalicia pronostica que las lluvias seguirán ganando intensidad esta tarde y que se superarán en muchos lugares los 40 litros por metro cuadrado. Mientras tanto, las emergencias siguen recibiendo un reguero de llamadas porque a medida que avanza el día siguen apareciendo destrozos causados por las ráfagas de viento de la noche anterior. A pesar de que la intensidad es menor que en la madrugada, durante la mañana todavía se han registrado rachas de 80 kilómetros por hora en la provincia de Pontevedra. El pronóstico anuncia nuevos episodios de fuerte viento para el domingo.
La red ferroviaria sigue seriamente dañada y hay, además, numerosos núcleos de población (ayuntamientos coruñeses de Dodro, Rianxo, O Pino y Teo) que se han quedado sin suministro de agua por la ausencia de luz, y otros, sin red telefónica. En toda la comunidad se han registrado incontables caídas de árboles, cortes de carreteras por inundaciones y por la presencia de obstáculos, y desprendimientos de elementos de las fachadas y cubiertas en edificios públicos, bloques de pisos y viviendas particulares. Varios colegios y pabellones han sufrido las consecuencias de las ráfagas de más de 100 kilómetros por hora. En Noia (A Coruña) se ha desprendido un espigón flotante y el lunes no habrá clase en el IES Antón Roza Couto de Boqueixón (A Coruña) porque ha volado parte del tejado del centro de enseñanza y del polideportivo. En Mos (Pontevedra) se han desplomado dos fachadas de un pabellón y en Ponteareas (también al sur de la provincia) el recinto deportivo del Colegio Inmaculada ha amanecido sin buena parte de su cubierta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.