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Los empresarios gallegos eligen presidente entre acusaciones de traición

Antón Arias, tercera cabeza visible en menos de cuatro años, pilotará una patronal bloqueada por las luchas internas y las deudas

Sonia Vizoso
Santiago de Compostela -
Antón Arias, sin corbata, junto al expresidente de la CEG Antonio Fontenla tras ser elegido.
Antón Arias, sin corbata, junto al expresidente de la CEG Antonio Fontenla tras ser elegido.óscar corral

Con una candidatura única y por sorpresa, presentada justo antes de terminar el plazo entre acusaciones de traición por parte de sus rivales internos, Antón Arias Díaz-Eimil ha sido elegido este viernes presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia con el 60% de los votos. Arias (A Coruña, 1961), un sociólogo que entró en la construcción a través de la empresa familiar Arias Hermanos y presidió la Federación Gallega de la Construcción entre 2012 y 2015, se convierte en el tercer jefe de la patronal gallega en menos de cuatro años, un periodo de continuas luchas entre las distintas asociaciones provinciales de empresarios que han impedido buscar soluciones al ahogo económico que sufre la organización.

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Tras vencer en las votaciones, el nuevo jefe de los empresarios de Galicia ha pedido enterrar el hacha de guerra. "Nos hemos olvidado de nuestro objetivo y nos hemos centrado en luchas para las que no ha sido creada esta casa", ha lamentado Arias, quien ha prometido reformar los estatutos para evitar más conflictos y bloqueos.

La patronal gallega lleva enzarzada en guerras internas desde 2013, cuando Antonio Fontenla, el constructor coruñés que la dirigió durante 12 años ininterrumpidos, fue sustituido por el jefe de los empresarios pontevedreses, José Manuel Fernández Alvariño, su eterno rival, quien solo tomar posesión encargó una auditoría que puso en duda la gestión económica de su antecesor. Alvariño no llegó a cumplir tres años en el cargo y fue forzado a dimitir acusado de ponerle la puntilla a las maltrechas finanzas de la organización externalizando servicios a sus propias empresas. Su sustituto, Antonio Diéter Moure, apenas duró 10 meses.

La candidatura de Arias llegó por sorpresa desde la patronal de A Coruña y entre acusaciones de "deslealtad" de las organizaciones de Ourense y Pontevedra. Según la versión de estas últimas, los distintos bandos en los que están divididos los empresarios gallegos habían llegado a un pacto para celebrar las elecciones solo en caso de que se lograse un candidato de consenso. De lo contrario, se prorrogaría el mandato de la gestora hasta tener un aspirante aceptado por todos. Pese a que ese acuerdo no se produjo, Arias se presentó a los comicios en el último minuto para indignación del resto de baronías.

El único candidato que ha concurrido a las elecciones ha sido acusado de servir a los intereses de Fontenla, que, como presidente de la organización empresarial de A Coruña, mantiene aún un gran poder de influencia en el día a día de la patronal gallega. Arias, que es su número dos en la entidad coruñesa, ha negado que detrás de su candidatura esté la mano del expresidente de la CEG y ha atribuido las acusaciones de traición a un "malentendido". "No sé si se le puede llamar kamikaze, valiente, osado..., no sé cómo definirlo", declaró a Europa Press el presidente de la patronal pontevedresa, Jorge Cebreiros, afín a Alvariño, tras conocer el movimiento de Arias, a quien vaticina un mandato "complicado".

El último presidente de la CEG pronunció unas palabras tras dimitir que echan luz sobre las dificultades que deberá afrontar Arias, apoyado en las votaciones de este viernes por las confederaciones de A Coruña y Lugo y por buena parte de las organizaciones sectoriales. Antonio Diéter Moure, un experto en románico dedicado al negocio de las academias, confesó haberse sentido "un reo de los presidentes provinciales". Describió la organización como un reino de taifas donde los barones territoriales defienden con uñas y dientes intereses distintos a los del conjunto. Y admitió que su caída se produjo tras perder el apoyo de Fontenla, que con los cruciales votos de los empresarios coruñeses lo aupó a la presidencia y de quien, dice, obtuvo un respaldo inicial que no era "desinteresado".

Curiosamente, las quejas de Fontenla cuando dejó la presidencia en 2013 fueron parecidas. El constructor acusó a los presidentes de Lugo y Ourense de repartirse "cargos y fondos" con su sucesor en el puesto. “Lo que están haciendo es defender intereses particulares de unos cuantos en contra de otros”, afirmó el coruñés.

Además de los continuos enfrentamientos internos, el desplome de las subvenciones por los recortes del gasto público que ha traído la austeridad han golpeado con fuerza las arcas de la CEG. Sobre la organización sigue pesando la compra de su actual sede durante los años de vino y rosas de la década de los noventa, un señorial edificio en pleno casco viejo de Santiago tasado en 2,5 millones de euros y pendiente de una hipoteca que los empresarios están obligados a renegociar con los bancos para no quebrar.

La patronal de Ourense, contraria a Arias, alerta de que la profunda división no ayudará a la CEG a superar sus "imperiosas necesidades económicas". "Fracturada la confianza, las consecuencias de esta decisión pueden poner en grave peligro la viabilidad económica de la CEG al proyectar, una vez más, una imagen de ruptura, ya que las entidades financieras solicitan a sus dirigentes un escenario de unidad como requisito imprescindible para conceder la ayuda financiera solicitada", lamentaban los empresarios ourensanos en un comunicado al conocer la candidatura sorpresa de Arias. El nuevo presidente, sin embargo, se ha mostrado convencido de que el acuerdo con los bancos será "fácil" gracias a la "contundencia" de su victoria.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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