Un concierto secreto en la terraza
La web Sofar Sounds organiza recitales en casas particulares abiertos al público
Conciertos secretos en el salón, la azotea o el sótano de una casa privada es lo que propone Sofar Sounds, una página web que engloba una red de artistas, anfitriones e invitados que busca devolver la magia de la música en directo. El secretismo es el ingrediente principal de la marca. En los conciertos participan tres artistas o grupos, sin teloneros ni estrellas, cuyo nombre no se conoce hasta el mismo día del concierto. “La base de Sofar es descubrir a nuevos artistas, que sorprendan al escucharlos por primera vez; preferimos no revelar sus nombres para mantener la magia”, aclara Almudena Pedreño, directora de Sofar Sounds Madrid.

Es posible apuntarse tanto como anfitrión o como invitado. Los anfitriones ceden un espacio en su domicilio y pueden asistir gratuitamente al recital, junto con algún amigo. Los invitados deben registrarse y solicitar una entrada para el concierto. “Podemos llegar a tener hasta 1.300 solicitudes para cada cita, pero solo hay 20 tiques, asegura Pedreño. “Las sorteamos para asegurar que cualquier persona pueda asistir”, añade. Las entradas cuestan cinco euros por persona.
Fundada en Londres en 2010, Sofar Sounds se ha expandido hasta 305 ciudades por todo el mundo. En Madrid funciona desde hace dos años con un concierto mensual, pero la demanda de asistencia ha ido creciendo y ya planean ampliarlo a dos por mes. La dirección del concierto es también secreta hasta un día antes del mismo. Esto tiene que ver más con la privacidad y seguridad de las casas donde se celebran los espectáculos.
La única condición para los asistentes es disfrutar de la música; ya que mientras suena no está permitido hablar, mandar mensajes ni grabar o hacer fotos. Tampoco hay que hacer cola para comprar bebidas: Sofar Sounds aboga por el concepto BYOB, iniciales en inglés de bring your own bottle (trae tu propia bebida). El programa de 2017 se inaugura con nuevo concierto. Solo sabemos el día, domingo 22 de enero, y la hora, 12.30. El resto, como siempre, es un secreto.
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