Llama a la Guardia Civil por un individuo sospechoso y termina detenida por cultivar marihuana
Los agentes de Tres Cantos encontraron una plantación distribuida en las dos plantas de chalé adosado
Lo que en principio iba a ser una simple denuncia por un individuo sospechoso terminó con la autora de la llamada y su pareja detenidos por cultivo y tráfico de drogas. Ocurrió la semana pasada en Tres Cantos, cuando agentes de la Guardia Civil se acercaron a comprobar si un hombre supuestamente armado estaba merodeando un chalé adosado. Cuando los funcionarios accedieron a la vivienda, comprobaron que los moradores la estaban empleando para cultivar marihuana. Habían montado "un centro de alto rendimiento", según lo ha calificado la Comandancia de Madrid del instituto armado
La detención se produjo la noche del pasado 6 de enero, cuando una vecina de Tres Cantos telefoneó a la Guardia Civil. Pedía ayuda porque en los alrededores de su chalé había un un individuo sospechoso portando un arma. Según su versión, estaba merodeando por el exterior de la misma.
Los agentes que estaban de servicio se dirigieron a la zona de residencia. Primero hablaron con ella, que mostraba un gran nerviosismo. De hecho, en un primer momento negó que hubiera realizado la llamada de alarma.
Los guardias civiles comprobaron que había un fuerte olor en la vivienda, que podía corresponder a marihuana y que provenía de la vivienda de la misma. También observaron como todas las ventanas se encontraban tapadas y vieron una infraestructura de numerosos cables, levantando sospechas de que en el interior del chalé pudiera haber un “laboratorio” dedicado al cultivo de la marihuana.
Los agentes pidieron que les dejara entrar, a lo que la mujer accedió. Los guardias encontraron que en dos plantas de la misma, había "una infraestructura de alto rendimiento para el cultivo de marihuana", según la Guardia Civil.
La misma estaba perfectamente acondicionada para el desarrollo de la actividad y estaba compuesta de riego automático con bombas para el impulso del agua, lámparas y filtros de gran tamaño para conseguir la temperatura óptima para el crecimiento de las plantas y de un complejo sistema de tuberías para la extracción de olores. Todo ello abastecido por una sofisticada instalación eléctrica conectada ilegalmente al alumbrado público.
Los guardias intervinieron 5,9 kilogramos de marihuana limpia distribuidos en 15 paquetes envasados, que tenían preparados y dispuestos para la distribución de la sustancia. También aprehendieron 2.400 euros en moneda fraccionada, varios kilogramos de abono, fertilizantes y herramientas que utilizaban para el cultivo de la misma.
Los dos moradores de la vivienda, la mujer de nacionalidad peruana de 29 años y un hombre norteamericano de 24, fueron detenidos. Ambos tienen antecedentes por hechos similares. Se les imputa un delito contra la salud pública (cultivo y tráfico de drogas) y un delito de defraudación de fluido eléctrico.
Según la Guardia Civil, la droga intervenida habría alcanzado un precio en el mercado que superaría los 29.700 euros.
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