La patronal valenciana lanza la última llamada para evitar desaparecer
El presidente de Cierval emplaza a los empresarios a "rascarse el bolsillo" para salvar la organización
La patronal de la Comunidad Valenciana ha lanzado este miércoles el último llamamiento para evitar desaparecer. El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (Cierval), José Vicente González, ha emplazado a los empresarios a reaccionar, y ha advertido de que si la patronal autonómica cae, las deudas se llevarán también por delante a las patronales provinciales, lo que les dejará sin organizaciones de interlocución con la Generalitat y los sindicatos.
"No nos podemos permitir en la Comunidad Valenciana que después de caer nuestras instituciones bancarias, Bancaja, CAM y Banco de Valencia, Canal 9, etcétera, ahora también caiga nuestra patronal autonómica", ha afirmado González en la asamblea general de Cierval, a la que no ha acudido apenas nadie de la patronal alicantina Coepa.
González ha subrayado que la situación crítica de Cierval no se debe a su propia gestión, si no a las deudas que ha heredado de Coepa y de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), que suman 1,5 millones de euros. Estas dos organizaciones provinciales, además de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) fueron las que crearon Cierval.
Al no poder ni la CEC ni Coepa hacer frente a sus deudas, esta es exigida a Cierval, que carece de recursos para hacerle frente, lo que la llevó el lunes a entrar en preconcurso de acreedores. Se abre ahora un periodo de cuatro meses para intentar evitar la disolución por quiebra de la organización.
González ha afirmado que el único plan "realista" para salvar Cierval es el que esta misma ha presentado. El documento prevé reducir el tamaño y el peso de las organizaciones provinciales en la autonómica, y que esta pueda financiarse con las cuotas que aporten las patronales sectoriales y las empresas a título individual que se incorporen a la misma, lo que les proporcionaría capacidad de voto en la asamblea.
Esta solución fue inicialmente aceptada por las tres patronales provinciales. Pero quedó bloqueada por discrepancias de última hora de la CEC y Coepa. Ninguna de las dos paga las cuotas a Cierval, a la que ha traspasado 900.000 y 600.000 euros de deuda.
"Quiero agradecer públicamente la colaboración de la CEV en la concreción del plan, aportando ideas, sugerencias, alternativas con un alto espíritu de solidaridad y generosidad", ha dicho González. "La CEV sabe bien que se puede salir de estas situaciones. Pasó por una similar hace unos años. Yo era entonces el presidente y Salvador Navarro [actual máximo responsable] tesorero. La CEV salió del problema con más fuerza que antes, gracias al compromiso de todos sus miembros, que se rascaron el bolsillo para defender su organización. Salió sola, sin ayuda de Cierval, ni de la CEC, ni de Coepa. Y nunca dejó de pagar sus cuotas a Cierval".
El problema de fondo que amenaza a las patronales valencianas está relacionado con su falta de representatividad, especialmente acusada en el caso de Castellón, donde su excúpula, investigada por presunta corrupción, se mantuvo en el poder desde la Transición hasta hace unos meses.
Las empresas que en esta provincia podrían hacer las inyecciones económicas necesarias para salvar la CEC y por extensión a Cierval, las azulejeras, se mantienen lejos de la organización provincial, vinculada durante años al poder político de Carlos Fabra. El expresidente de la Diputación de Valencia y del PP de la provincia de Castellón cumple una condena de cuatro años de cárcel por fraude fiscal.
González ha pedido ante la asamblea, la mayor parte de cuyos miembros han respondido a su discurso aplaudiéndole en pie, compromiso "para arreglar este desaguisado": "Si no lo hacemos, cómo quedaríamos los empresarios de esta comunidad? Todos, no unos cuantos, algunos más que otros. ¿Qué ejemplo estaríamos dando? ¿Y si cae Cierval, qué pasaría después".
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