_
_
_
_

La ‘capilla sixtina’ de Barcelona se restaurará completamente

El Ayuntamiento destina 250.000 euros para devolver a las pinturas de Sant Miquel de Pedralbes el aspecto de hace siete siglos

José Ángel Montañés

En 2013, el mismo día en que el Monasterio de Pedralbes de Barcelona, fundado el 3 de mayo de 1327 por Jaume II y su esposa Elisenda de Montcada, cumplía 686 años, se supo que podrían comenzar los trabajos de restauración de su joya más preciada, la capilla de Sant Miquel. El pequeño habitáculo, construido entre los dos contrafuertes de la iglesia, de apenas 25 metros cuadrados, está decorado con pinturas atribuidas a Ferrer Bassa, el giotto barcelonés tras aceptar el encargo que le hizo Francesca Saportella, sobrina de la reina y segunda priora, alrededor de 1346. Los trabajos comenzaron a partir de una campaña de micromecenazgo, que reunió 30.000 euros y contó con una aportación del Ayuntamiento de otros 145.000, permitiendo devolver la luz a parte de estas pinturas de santos y vírgenes, casi únicas en el gótico español por su vinculación con el Treccento italiano. Pero los recursos no permitieron restaurar por completo los 100 metros de pinturas —75 en las paredes y 25 en el techo— y desde que se abrió al público en marzo de 2015 se seguía buscando cómo continuarlos.

La parte frontal de las pinturas restauradas en 2015 de la capilla de Sant Miquel de Pedralbes.
La parte frontal de las pinturas restauradas en 2015 de la capilla de Sant Miquel de Pedralbes.Gianluca Battista

Ahora, gracias a la tasa turística, el consistorio barcelonés y en particular el área de cultura que dirige el socialista Jaume Collboni aportará 250.000 euros más que redondearán los trabajos y permitirá devolver, ahora sí, todo el esplendor a esta obra, tal y como anunció este viernes en una de las misteriosas ruedas de prensa en la que se convoca a los medios sin explicar qué se va a anunciar; un clásico ya en el actual Instituto de Cultura de Barcelona, ICUB.

La intervención, que comenzará la próxima primavera, se centrará en los dos paneles laterales y en el que queda sobre la puerta de acceso; un 50% del total, explicó la conservadora jefe y directora del monasterio Anna Castellano. “En la primera fase de los trabajos el conjunto se sometió a una labor de limpieza generalizada de la suciedad acumulada durante siete siglos y se fijaron las diferentes capas de pintura que tenían el peligro de desprenderse de la pared. En 2015 se terminó el frontal de la capilla y una primera capa de limpieza del resto. Ahora se podrá terminar”, explicó contenta Castellano por este regalo de Navidad para este monasterio en el que profesan ocho monjas clarisas de clausura y que ha recibido en este año la visita de 77.000 personas.

La capilla con el cubículo de cristal que se colocó para que los visitantes pudieran verla durante los trabajos de restauración.
La capilla con el cubículo de cristal que se colocó para que los visitantes pudieran verla durante los trabajos de restauración.Carles Ribas

Los trabajos no implicarán que la capilla se cierre al público. “Se está estudiando volver a colocar la urna de cristal que permite ver la capilla y trabajar a la vez en su interior, sin que se interfieran unos y otros”, prosiguió Castellano. Pero todavía es pronto para saberlo, dependerá de las necesidades de los restauradores. Tras la restauración de 2015, los vivos colores de Ferrer Bassa —la persona que recibió el encargo y que firmó el contrato para hacer las pinturas pese a que se pone en duda que fuese él el artífice, y se piensa que lo encargó a otro pintor vinculado con el mundo italiano—, volvieron a brillar dentro de este espacio privilegiado, sobre todo los azules del cielo y de los mantos de las vírgenes, a base a azuritas que vuelven a lucir como cuando se pintaron, despertando la admiración de todos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

¡Benditos turistas!

El turismo, una de las mayores fuentes de ingresos de Barcelona, aportará este año un millón de euros a partir del Impuesto sobre Estancia en Establecimientos Turísticos (IEET), más conocido como la Tasa turística. Es lo que explicó este viernes Jaume Collboni, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ada Colau. El millón cultural proviene de los siete recaudados por este impuesto que le corresponde a la ciudad de Barcelona de un 30% del total ingresado, tras ser transferido por la Generalitat. El pasado miércoles se anunció que se destinarían 300.000 euros para programar en el anfiteatro del Grec durante el mes de agosto y este viernes 250.000 más. Según Collboni, el resto hasta un millón, se ha destinado para diversas actuaciones patrimoniales de la ciudad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_