El buen gusto de un canalla
El televisivo chef nos lleva de tascas pero también de teatro, cine, tenis o sastres
1. El Doble y Averías. Dos tabernas de culto que están una enfrente de la otra. Al Averías voy a disfrutar de su gran selección de vinos españoles, franceses, todos buenos, estoy enganchado. Nunca suelo beber cerveza, si vienes a mi casa no te la puedo ofrecer, pero en El Doble, de ambiente castizo, sí que las tomo, con sus extraordinarios aperitivitos: latería, gambas al ajillo, ensaladilla rusa… De diez (Ponzano 16 y 17).
2. Puerta 57. Siempre que recibo a alguien extranjero le llevo a este lugar en el estadio Santiago Bernabéu. Me gusta ponerme en la barra y tapear, que yo soy canalla, allí lo que triunfa son los arroces y los mariscos, el producto tradicional español. Además (y esto gusta mucho a las visitas) se dominan vistas espectaculares al graderío y al campo de fútbol a través de los grandes ventanales (Padre Damián, s/n).
3. Teatro Valle-Inclán. Vino a verme el director de teatro Sergio Peris-Mencheta para preguntarme cosas sobre cocina y luego me llevó a este teatro, a los ensayos de su obra La Cocina, donde 26 actores reproducen la vida interior de un restaurante. Fue un lujo asesorar y ver cómo todos esos artistas cocinan solo utilizando la gestualidad. Está hasta fin de año, pero deberían prorrogarla (Plaza de Lavapiés).
4. Lavinia. Es una vinoteca maravillosa, de las mejores que existen, grande, vanguardista, muy indicada para ir en estas fechas navideñas a comprar vinos. A mí me encanta ir a perderme entre su oferta, a otear las diferentes botellas de todos los precios (José Ortega y Gasset, 16).
5. Parque de El Retiro. Un amiguete tiene cerca el restaurante Don Giovanni (Reina Cristina, 23), a mi me gusta ir y luego pasear por este gran pulmón de la ciudad, sobre todo por rincones como el estanque o el Palacio de Cristal, donde he celebrado algunos eventos gastronómicos.
6. Tom Black. No soy muy coqueto con la ropa, los de pueblo somos más de traje de pana, pero Huga Rey, estilista de Mastechef, está convirtiendo un borrico en un caballo de carreras. Así que me hago los trajes en este sastre, que es extraordinario, de hecho me está haciendo el esmoquin para dar las campanadas en Nochevieja (Segre, 25).
7. El porrón canalla. Hacen bocatas de los de toda la vida, con pan como Dios manda, de tortilla francesa, de jamón, de calamares, de latas, todo muy desenfadado. Y tiene la particularidad de que la bebida se bebe en porrón, también como toda la vida (Ballesta, 2).
8. Deportes Wimbledon. Yo odiaba el deporte, había probado la bici, salir a correr, pero nada, no había manera. Pero hace año me enganché al tenis con mi hijo y ahora no puedo parar de darle a la pelota, estoy como un tonto. Esta es una de las mejores tiendas de tenis: te venden raquetas, te cambian el correaje, te asesoran, pégale por allí, por allá, muy profesionales (Príncipe de Vergara, 221).
9. Cine Capitol. Con sus luces de neón, es un clásico al que acudo en algunos estrenos. Me gusta mucho ir al cine (cualquier género me vale si es bueno) y esa sensación de desconectar de todo y asombrarme durante un par de horas… aunque no voy todo lo que me gustaría (Gran Vía, 41).
10. Bache restaurante. Una taberna pequeña y simpática en la que comer comida canalla, es decir, desenfadada y cosmopolita. Igual te ponen oreja de cerdo que un bao, esos bocadillitos orientales que ahora se estilan. Rollo transgresor (Rodríguez San Pedro, 2).
Dando la campanada
Pepe Rodríguez (Madrid, 1968) es el chef del afamado restaurante El Bohio, aunque más afamado se volvió como uno de los jurados de MasterChef. Este año da las campanadas en Televisión Española junto con Anne Igartiburu y Jordi Cruz.
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