La Guardia Civil desarticula una banda especializada en asaltar colegios en varias comunidades
La Guardia Civil le imputa a los cuatro detenidos el robo de 133.000 euros en 36 escuelas e institutos de Galicia, Valencia y Castilla-La Mancha
Durante el fin de semana, reventando la puerta y arrancando la alarma. Así actuaba la banda especializada en asaltar colegios e institutos a la que la Guardia Civil atribuye el robo de más de 133.000 euros en 36 centros de Galicia, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Cuatro presuntos integrantes, dos mujeres y dos hombres de Toledo, han sido detenidos en Noia (A Coruña), todos con antecedentes penales. Uno de ellos ya cayó en 2014 en la Operación Madison, un operativo contra el robo de viviendas.
En la Guardia Civil no recuerdan ninguna banda de ladrones especializada en colegios, al menos en los últimos años. La bautizada como Operación Liceo, que comenzó el pasado mes de mayo, sigue abierta y los investigadores intentan confirmar ahora si los detenidos también asaltaban escuelas en Teruel y Cantabria. Del botín de 133.000 euros solo han sido recuperados 1.000 y los atracos han dejado daños en los centros escolares valorados en 8.800 euros. El instituto armado vincula a los detenidos con sustracciones en Alicante, Castellón, Valencia, Albacete, Pontevedra y A Coruña. Solo en estas dos últimas provincias asaltaron presuntamente 15 colegios.
Los robos se producían en fin de semana, a plena luz del día, y como hasta el lunes, cuando se reanudaban las clases, no se denunciaba el asalto, los ladrones disponían de un tiempo primordial para huir de la localidad y dirigirse hacia otro objetivo. Dos de los miembros de la banda esperaban en el coche vigilando mientras sus compinches accedían al colegio. Solo se llevaban dinero y, según relata el comandante José Antonio Vidal Rodríguez, jefe de la Policía Judicial de la Comandancia de A Coruña, en algunos casos abandonaron escuelas e institutos sin llevarse nada porque no encontraron ni un euro.
El coche utilizado en los robos a colegios y las pistas aportadas por los vecinos han sido claves para llegar a los supuestos culpables. Las pesquisas sobre el caso están en manos del juzgado de instrucción número 1 de Noia.
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