Barcelona se blinda contra los cortes de luz 9 años después del gran apagón

Después de nueve años de espera, Red Eléctrica de España (REE) finalmente termina las obras necesarias para que no vuelva a ocurrir un gran apagón como el de 2007. El 23 de julio de ese año, la caída de un cable de distribución en la subestación de transporte de Collblanc dejaba a 323.000 abonados sin electricidad durante días, y evidenciaba una falta de inversiones tanto de REE como de Endesa, empresas que tuvieron que pagar indemnizaciones y multas millonarias. El próximo martes REE pondrá en marcha la última obra, y la más importante, para asegurar que si falla una subestación el transporte de electricidad siga funcionando con normalidad: la instalación de 13,6 kilómetros de cable, una segunda línea de alta tensión en la ciudad entre Collblanc y Trinitat.

En la subestación de Trinitat, entre interruptores y cables enormes, el delegado de REE en Cataluña, Lluís Pinós, ha explicado este jueves que la línea de seguridad que se pondrá en marcha el próximo martes culmina los deberes que se impusieron tras el apagón de 2007. "No existe el riesgo cero, pero con esta instalación se refuerza la malla de transporte eléctrico de Barcelona, y es más difícil que vuelva a haber un apagón de esas características", asegura Pinós. REE, que se encarga del transporte de electricidad pero no de su distribución, añade esta línea a la que ya cruza la ciudad hasta Badalona, y asegura a la ciudad con un doble circuito de transporte.

Las obras de la instalación han durado casi tres años. Los 13,6 kilómetros de cable, que transporta electricidad a 220 kilovatios a un metro y medio bajo tierra, han costado 29,6 millones de euros. Pinós destaca "el diálogo fluido con el Ayuntamiento para realizar las obras", que han consistido en abrir una rasa en las carreteras para enterrar un dado de hormigón con el cable dentro, que tiene un alma de cobre con una capacidad de transporte de 450 MvA. La línea coincide aproximadamente con la Ronda del Mig y con el final de la Ronda de Dalt.

Aprovechando esta infraestructura REE también ha construido una nueva subestación en un punto intermedio de la nueva línea entre Collblanc y Trinitat, la llamada "subestación de Facultades", cerca de la zona universitaria, que ha costado 6,3 millones de euros. Esta se suma a las diez subestaciones ya existentes, los puntos en los que la electricidad pasa de la red de transporte a la red de distribución, que es la que la lleva a los hogares. REE tiene prevista la construcción, hasta 2020, de otras siete subestaciones en Barcelona y alrededores para "reforzar la distribución".

Esta instalación es la obra más importante que surgió como una necesidad tras el apagón de 2007. Entre otras mejoras, Pinós ha destacado que en estos nueve años se ha reforzado el transporte con un doble circuito entre Trinitat y la subestación de Maragall, o entre Trinitat y Baró de Viver. Pinós también ha señalado la voluntad de REE de "acercar a Barcelona la línea de 400 kilovatios, conocida por los opositores como de muy alta tensión".