Diálogos entre pasado y presente en la Fundación Suñol

En 1975 el artista catalán Joan Rabascall creaba en París el díptico alegórico Franco hace deporte, en el marco de Spain is different, una serie crítica e irónica, que denunciaba la connivencia de las grandes empresas y los medios de comunicación con las mentiras de un régimen dictatorial agónico. La obra, adquirida el año siguiente por Josep Suñol que estaba empezando su colección, ha sido elegida para estrenar el ciclo Caminos encontrados, que plasma un nuevo formato expositivo concebido por el diseñador Enric Franch. “Confrontamos dos obras emblemáticas de dos situaciones, dos momentos y dos posiciones, que ponen de manifiesto cuestiones fundamentales de la práctica artística de Rabascall y a la vez afectan la propia naturaleza del arte”, explica Franch, conocido por la lámpara Calder, entre otros objetos.

Como contrapunto a Franco hace deporte, se exhibe una impresión digital de 2012, Del Big Bang al Big Brother, un montaje de fragmentos publicitarios de una célebre marca de comidas rápidas. “La gigantesca hamburguesa incorpora la metáfora de nuestra sociedad eterna y globalmente conectada y cada vez más dependiente de los aparatos electrónicos”, explica el artista, que expone la pieza junto a un iPad conectado a una impresora, de modo que es posible llevarse gratuitamente un rabascall de la era digital. “Entre las dos obras han pasado 37 años, pero pese a las diferencias técnicas y estilísticas, ambas denuncian los fallos y la hipocresía del consumismo, apropiándose del lenguaje de los medios de comunicación de masas”, indica Franch, quien firma el ensayo La mudez de las imágenes. La alegoría antigua, moderna, crítica y postcrítica, sobre los mecanismos de la alegoría, que estará a disposición de los visitantes durante toda la exposición, período en el que se celebrarán tres mesas de reflexión en torno a temas relacionados con la obra del autor, conducidas por expertos en cada una de las materias.

Miralda

La muestra, abierta hasta el 18 de marzo, se completa con materiales documentales, una proyección que resume lo que significó el franquismo para España, una entrevista audiovisual a Rabascall y otra al artista Sergi Aguilar, director de la Fundación Suñol. “La idea es profundizar todo lo posible y ofrecer al público el máximo placer estético e intelectual”, concluye Franch, que en la segunda entrega del ciclo enfrentará dos obras de Antoni Miralda, separadas por tres décadas: Fest für Leda, de 1977 y Quaranta-cinc ossos, de 2007.