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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Bocanadas de aire fresco

Marco D'Agostin y el colectivo Big Bouncers llevan sus creaciones dinámicas a la Sala Hiroshima y La Caldera, respectivamente

El bailarín Marco D'Agostin.
El bailarín Marco D'Agostin.

Los nuevos valores de la danza contemporánea han puesto sus creaciones en ebullición en la Sala Hiroshima y en La Caldera donde han llevado sus creaciones llenas de imaginación, dinamismo y juventud. En la sala del Poble Sec, el joven creador italiano Marco D’Agostin presentó un fecundo solo titulado Everything is OK. Con un físico parecido al actor norteamericano, Ryan Gosling, y enfundado en unas bermudas y en una camisa con estampados tropicales, el bailarín y coreógrafo italiano irrumpió en el escenario gritando un galimatías de frases en diferentes idiomas. Gritó, susurró o simplemente habló. El movimiento de su boca era una provocación constante. En su discurso late la obra filosófica del autor francés, Guy Debord, La Sociedad del Espectáculo. Palabra y movimiento se convierten en una denuncia contra la sociedad actual construida de pantallas digitales.

El artista quiere cansar al espectador con su voz y agotador baile. Sin embargo, el público queda atrapado por el fluido y caudaloso movimiento de este joven. Su intenso y endiablado baile en el que combina la erudita frase coreográfica con el gesto cotidiano, resulta muy interesante y se adentra en nuevas formas de expresión. D’Agostin exhibió una excelente técnica y una nítida y felina ejecución.

El colectivo Big Bouncers.
El colectivo Big Bouncers.

En La Caldera el colectivo Big Bouncers, formado por Cecilia Colacrai, Mireia de Querol y Anna Rubirola presentaron Big bounce (suite specific), una divertida e imaginativa pieza que utiliza el movimiento y la palabra para reflexionar sobre la historia de La Caldera desde su origen hasta la actualidad. Las bailarinas sumergen al público en diferentes historias urbanas alrededor de este centro de creación que fue masía, fábrica de coches y cines.

Sus ingeniosas historias, su divertido reiniciar de cada una de ellas y su movimiento teñido de ingenuidad y picardía sedujo al público que llenaba la sala. Hacia el final del espectáculo contaron con la acertada y ocurrente intervención del bailarín y coreógrafo Toni Mira y la bailarina austriaca, Iris Heitzinger, que parodiaron un fragmento de la película de Pedro Almodóvar, La flor de mi secreto. La actuación de Big Bouncers se enmarca en el ciclo Acció Mutant que ha tenido lugar este fin de semana.

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