Vecinos de la Cañada Real levantan una barricada para evitar el derribo de sus casas
Más de 100 personas han cortado el tráfico y se han manifestado en las inmediaciones del poblado
Más de 100 personas se han concentrado desde las siete de la mañana en las inmediaciones de la Cañada Real para protestar contra la demolición de sus casas. Los manifestantes han levantado en la zona de Valdemingómez una barricada quemando neumáticos y han cortado el tráfico y el paso a la policía. El colectivo manifiesta que los derribos son "injustos e ilegales" y que ya lo han denunciado en los juzgados.
Juan José Escribano, portavoz del colectivo de vecinos, asegura que se han demolido "más de 150 casas con la excusa de la droga". A su juicio, lo "lógico" es que cuando se encuentre droga se ponga a disposición judicial a los dueños de los estupefacientes y no se derribe la casa. En el sector 6 de la Cañada Real hay unas 500 familias que viven en casas de unos 80 metros cuadrados, según los vecinos. Sin embargo, cuando una de estas casas es demolida, los residentes levantan una prefabricada de unos seis metros cuadros donde se hacina una familia, según Escribano, que lleva 39 años viviendo en el poblado.
"Esto es una injusticia, dejan a los niños en la calle". "Ni siquiera nos avisan, nos sacan de casa en pijama y derriban todo sin dejar que recuperes anda". "No hay derecho". Al grito de "tenemos derecho a tener un techo", los manifestantes gritaron sus proclamas y denunciaron la situación del poblado chabolista. "Mi niño lleva tres semanas sin ir al colegio porque tiene miedo de volver y que la casa esté derribada", cuenta una de las madres. Otra más nerviosa, explica que tienen que estar a las siete de la mañana en la carretera para evitar el paso de la grúa: "No nos da tiempo ni a desayunar ni a lavarnos la cara", denuncia.
El Ayuntamiento de Madrid explica que "no está derribando viviendas ni ha dejado en la calle a nadie por un derribo". Las demoliciones son por orden judicial, fruto de denuncias policiales por tráfico de drogas, explican desde el Consistorio, y el último fue el 18 de octubre. El Consistorio "solo ha derribado casas que están empezando a construir", explican. "Los vecinos tienen una fuente errónea sobre las demoliciones: Juan José Escribano". El portavoz de los vecinos de la Cañada, "arenga" a los vecinos porque tiene un expediente abierto para el cierre del bar Las Rumanas, de su propiedad y ubicada en el el sector seis del poblado".
La Cañada Real está formada por un radio de 16 kilómetros donde conviven unas 8.000 personas en unas 2.400 viviendas. "Es el mayor supermercado de droga de España, pero solo se dedican a ello unas 180 familias", afirma el Ayuntamiento. El resto solo quiere llevar una vida "digna" pese a que tienen casas "ilegales". El gobierno municipal trabaja para que se puedan quedar allí. "Es un proceso largo y complejo. Calculamos que en una década se empezarán a notar las medidas para regularizar la situación", concluyen.
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