Feijóo: “Es un buen momento para evaluar nuestro pasado tal cual fue”

Los actos con los que EL PAÍS celebra su 40º aniversario con los lectores recalan esta semana en la capital de Galicia. El Hotel Monumento San Francisco, en Santiago, acoge la exposición virtual que ya ha recorrido otras comunidades, y en esta ocasión se han programado también un coloquio y talleres infantiles de periodismo. En la muestra eminentemente gráfica e interactiva, instalada en el claustro del antiguo convento franciscano, se recogen cuatro décadas de recorrido común, momentos históricos de la historia global, española y gallega, y retratos de personajes que marcaron la cultura, el deporte o la política. La inauguración ha tenido lugar esta tarde con la presencia del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el director de EL PAÍS, Antonio Caño, y autoridades como el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva. La exhibición permanecerá abierta hasta el domingo y está patrocinada por Caixabank, Abertis y Estrella Galicia.

Antonio Caño ha sido el primero en tomar la palabra para cedérsela a Feijóo, que a continuación ha querido "escribir el editorial del día" emulando a los periódicos. El director de EL PAÍS ha recordado que este diario, "con el que muchos hemos crecido", nació con la vocación de "ser un periódico de toda España. Contar España entera y contar el mundo para todos nuestros lectores". "Ahora seguimos en esa misma perspectiva", "con más lectores", ha puntualizado, porque son "60 millones de personas al mes en todo el mundo". Dentro de esa misma vocación, ha concluido, EL PAÍS quiere "contar el mundo para los gallegos también".

Tras recorrer juntos la exposición y enfundarse las gafas de realidad virtual que permiten penetrar en la tragedia de Fukushima (que hoy ha atrapado a espectadores como el arzobispo de Santiago y el propio Feijóo), el presidente de la Xunta ha dicho que "El País ha sido y sigue siendo un periódico clave en la historia de España". “En los 40 se está en el mejor momento”, ha comentado también: “Antes de los 40 todo es efímero y se es muy joven”.

Feijóo ha alabado la instalación, con más de 400 imágenes emblemáticas y primeras páginas históricas en 15 pantallas, porque "nos da cuenta de todo lo que hemos cambiado". "Este es un buen auditorio y un buen momento para evaluar nuestro pasado tal cual fue sin que nadie tenga la intención de reescribirlo", ha dicho. Y ha comparado el papel que ocupan los parlamentos y los medios de comunicación en el sistema democrático: Los periódicos, "como la democracia", son "elementos antiguos pero insustituibles".

La exposición incluye portadas clave y fotografías que relatan desde noticias que marcaron Galicia hasta acontecimientos internacionales, además de reportajes de El País Semanal. En el caso de esta comunidad, se recogen imágenes que resumen momentos relevantes como la lucha por lograr la propia muerte de Ramón Sampedro, el accidente de Angrois, la catástrofe del Prestige, la reconversión naval, los incendios forestales que devoran el paisaje o el mundo del narcotráfico y el heroicismo de las madres contra la droga. Se exhiben, además, retratos de figuras como Xosé Manuel Beiras, Francisco Leiro, Manuel Rivas, Torrente Ballester, Cela, Gómez Noya, Óscar Pereiro o Luis Tosar. Entre los autores de estas imágenes convertidas en icono para Galicia están Anxo Iglesias, Óscar Corral, Nacho Gómez, Xosé Marra o Xurxo Lobato.

La muestra, ideada como un homenaje a los lectores que han acompañado durante tantos años al periódico, incluye el primer reportaje el realidad virtual publicado por EL PAÍS. Un viaje a Fukushima, cinco años después del tsunami y la catástrofe nuclear en la que desembocó, en el que el asistente se traslada al epicentro de la tragedia.

Después de la inauguración de la exposición ha tenido lugar un coloquio entre profesionales gallegos del periódico en el salón noble del pazo de Fonseca. Natalia Junquera, Rafa Cabeleira, Nacho Carretero, Juan Tallón y Manuel Jabois, moderados por Sonia Vizoso, tenían sobre la mesa la difícil cuestión de “contar Galicia” desde EL PAÍS.