El alcalde de Colmenar renuncia a su cargo al estar acusado de prevaricación

"Ratifico mi renuncia". Con estas palabras el alcalde de Colmenar Viejo, Miguel Ángel Santamaría, del PP, se despedía hoy de sus vecinos, que abarrotaban el salón de plenos del Ayuntamiento, muchos de los cuales han prorrumpido en aplausos. Santamaría, que ya había anunciado su decisión la semana pasada, se enfrenta a un delito de prevaricación urbanística continuada debido a la concesión de 16 licencias de primera ocupación en contra del criterio de los técnicos municipales. El ya exalcalde anunció su dimisión la semana pasada aduciendo "motivos personales", después de que el juzgado de Colmenar anunciara la apertura de juicio oral contra él, su antecesor en el cargo y once ediles y exediles de su gobierno.

Mientras Santamaría se despide, los cinco ediles, investigados en la misma causa judicial y que también se tendrán que sentar en el banquillo, siguen en sus puestos y no tienen intención de seguir sus pasos y dimitir. Uno de ellos, el primer teniente de alcalde, Jorge García, ha ocupado el puesto de Santamaría hasta que se convoque el pleno en el que se elegirá al nuevo regidor. En declaraciones realizadas por García posteriores al pleno, ha explicado que esperarán a que se celebre el juicio, además de restar importancia a las cuestiones de las que se les acusa que definió como "irregularidades administrativas", tan nimias como la superación de 20 centímetros en una construcción.

"No es un caso de corrupción, ni se ha beneficiado a empresas, ni se ha metido la mano, solo hemos ayudado a unos vecinos", ha asegurado. En el PP se sienten víctimas de un acoso injusto y García ha puntualizado que están deseando que "llegue el juicio, porque ya son tres años". Después del pleno, García ha tendido a los grupos de la oposición para conseguir su apoyo al próximo candidato que presenten.

El ya exalcalde no ha dado ninguna explicación en el pleno sobre las causas que le han conducido a dimitir y ha destacado que sus actuaciones siempre han perseguido el beneficio de sus vecinos. También ha deseado a la persona que le sustituya en el cargo que "intente esforzarse por Colmenar como lo he hecho yo por encima de intereses partidistas". "Un pueblo al que siempre seguiré queriendo", ha añadido. Tras esta breve declaración, se ha levantado del sillón presidencial, ha abrazado a sus concejales, algunos emocionados, y ha abandonado el recinto con gesto serio.

Los miembros de la oposición, Ganemos (cinco ediles), PSOE (tres), Ciudadanos (tres) y UPyD (uno) han mostrado su acuerdo en que la dimisión era necesaria debido a la "cantidad de irregularidades" que se han cometido, "como mínimo administrativas". Están de acuerdo en que lo mejor para el pueblo sería alcanzar un pacto entre los cuatro grupos de la oposición, que cambiaría el rumbo político y la gestión del pueblo. Los portavoces de la oposición han mostrado su aprecio personal al alcalde saliente e incluso el portavoz de Ganemos, grupo que capitanea las conversaciones para cambiar el gobierno, ha indicado que es "una buena persona". El PP gobierna Colmenar Viejo desde hace más de 25 años, en la última legislatura en minoría.