Una deuda pone en peligro los puestos de flores de Tirso de Molina
El Ayuntamiento de la capital se reunirá con ellos el próximo lunes para buscar una solución
Los ocho puestos de flores que hay en la plaza de Tirso de Molina recibieron una demanda de desahucio a finales de septiembre. Las casetas, propiedad de Mercamadrid y subarrendadas a la empresa mixta La Flor de Tirso, acumulan un alquiler atrasado de más de 100.000 euros desde 2006. Los arrendatarios aseguran que sus pagos están al día y que era La Flor de Tirso la encargada de pagar a Mercamadrid. El Ayuntamiento de la capital se reunirá con ellos el próximo lunes para buscar una solución.
Nancy Berrocal es una de las floristas que todos los días del año, sin excepción, abre su negocio de venta de flores en la plaza de Tirso de Molina. De nacionalidad peruana y florista también en su país de origen, Berrocal decidió alquilar una de estas casetas en 2006 para mantener a su familia. Una forma de vida que ve peligrar desde que en el mes de septiembre, junto a sus compañeros de los otros siete puestos, recibió una orden de desahucio por impago, solicitada por Mercamadrid, que estaba previsto que se ejecutase el 21 de noviembre.
“De momento, el Ayuntamiento nos ha informado de que no va a ejecutar la orden y de que vamos a reunirnos con sus responsables el día 7 para buscar una solución. Pero seguimos preocupados, porque no sabemos qué va a pasar”, dice la vendedora.
Jorge Guerra, florista con un puesto contiguo al de Berrocal, afirma que todos los arrendatarios de las casetas tienen sus cuentas al día. Cada uno pagaba hasta este mes 550 euros a la empresa subarrendada por Mercamadrid, La Flor de Tirso, y esta era la encargada de transferir el dinero a la empresa municipal. “Este mes no sabemos a quién tenemos que pagar y se lo hemos comunicado al Consistorio. No tenemos noticias de la empresa que nos cobraba los alquileres, pero nosotros no queremos estar aquí gratis, hemos pagado desde el principio todo lo que nos corresponde”, explica.
Felipe González, abogado de los afectados y de la Asociación Nuevo Amanecer, detalla que La Flor de Tirso, sociedad con la que este periódico ha intentado contactar sin éxito, lleva incumpliendo el contrato con Mercamadrid desde 2009. “El contrato entre las dos empresas se renovaba cada dos años, por lo que no entendemos cómo, si desde 2009 se detectan irregularidades, se ha renovado por lo menos dos veces hasta ahora”, sostiene el letrado.
González ratifica que en las conversaciones que han mantenido con el equipo de gobierno municipal siempre han obtenido una “muy buena respuesta” y les han mostrado su voluntad de colaborar para encontrar una solución. Una predisposición confirmada por el Ayuntamiento, desde el que aseguran que en los próximos días habrá nuevas noticias en relación a este tema.
En 2006, cuando la alcaldía de la capital estaba en manos de Alberto Ruiz-Gallardón (PP), se aprobó un proyecto de remodelación de la plaza de Tirso de Molina que preveía colocar 14 casetas de flores. El objetivo era embellecer la zona, conocida por ser uno de los puntos más degradados por la droga y la delincuencia del centro de Madrid. Finalmente, el proyecto concluyó con ocho casetas, pero el objetivo, según argumenta González, sigue siendo el mismo: “Sin estos puestos la plaza no sería lo mismo”.
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