¿Cuánto cuesta un lienzo blanco?
‘Art’, la célebre comedia de Yasmiza Reza, regresa a Barcelona en un montaje protagonizado por Pere Arquillué, Francesc Orella y Lluís Villanueva
¿Merece la pena pagar una fortuna por un cuadro pintado de blanco?, ¿Hasta dónde llega el esnobismo en el mundo del arte? Nunca un lienzo había suscitado tanta polémica en un escenario como la pintura de la que parte Art, el célebre montaje de la escritora francesa Yasmina Reza. La obra se estrenó en 1994 y, tras recorrer los teatros de medio mundo, regresa a Barcelona con revalorización del cuadro incluido. Si en el montaje original el lienzo firmado por un supuesto pintor, Antrios, costaba 200.000 francos, el precio pagado ahora en la ficción por el cuadro asciende a…200.000 euros.
El dilema en cuestión es un gran lienzo blanco o, mejor dicho, pintado de blanco, que en realidad es un guiño al Blanco sobre blanco (1918) del artista vanguardista ruso Kazemir Malevich.
En la ficción el Antrios lo adquiere un exitoso médico de mediana edad, Sergi, aficionado al mercado del arte. La compra, que él muestra orgulloso a sus dos mejores amigos, abrirá un cisma entre ellos. A propósito del cuadro los tres se enfrascarán en una espiral de discusiones y reproches que acabarán por poner en peligro una amistad que parecía inquebrantable.
Después de traducirse a más de 30 lenguas la comedia recala desde ayer en el Teatre Goya. Todo apunta que será uno de los éxitos de la temporada. El montaje, adaptado por Jordi Galceran y dirigido por Miquel Gorriz, cuenta con elenco de lujo: Pere Arquillué, Francesc Orella y Lluís Villanueva se ponen en la piel de los tres amigos sobre los que transita la obra.
El trabajo es fiel al texto original, pero se ha catalanizado. Reza ambientó la obra en el París de finales de la década de 1980, mientras que en el montaje de Galceran la acción transcurre en Barcelona, los personajes son catalanes y la versión incide en el “minimalismo”, en palabras de Gorriz, tanto en lo referente a la escenografía como en los diálogos.
“Es una comedia brillante, un engranaje perfecto y un artefacto que se tiene que hacer detonar en el escenario. Son tan importantes las palabras como los silencios”, explicó este martes el director de Art.
Sergi casi se había obsesionado por adquirir este cuadro. Llevaba meses planeando la compra del lienzo, que mide metro sesenta por un metro veinte. Insiste a sus amigos que al entrecerrar los ojos pueden distinguirse unas líneas finísimas, blancas, recorriéndolo. Pero ellos a duras penas ven nada, al menos al principio. Poco a poco sale a relucir el diferente carácter de cada uno, su posición social, la hipocresía y el valor de la amistad. El cóctel de sensaciones provocará un cataclismo. “Si esto te hiere, significa que estás supeditado a la opinión de los demás”, avisan a Sergi sus amigos cuando este se toma mal el desdén que sienten hacia la obra de arte.
Los integrantes del montaje tienen una referencia clara: El Art dirigido por Josep Maria Flotats, protagonizado él mismo, Josep Maria Pou y Carlos Hipólito, que se estrenó en Madrid hace casi dos décadas y que recaló en Barcelona 16 años atrás. “Podríamos estar horas hablando de lo que se esconde tras la punta de iceberg que es el cuadro. La obra aborda el papanatismo en el arte y, sobre todo, el miedo a ser excluido. Este temor a ser relegado del grupo de amigos, a quedarse solo, es un miedo del siglo XX”, relató Pou, director artístico del Goya.
Después, también pudo verse en Cataluña una versión de la comedia de Reza con un elenco capitaneado por Ricardo Darín. Los integrantes de este nuevo montaje de Art recuerdan las funciones que han presenciado de la comedia durante estos años como una “fiesta”. De momento, la venta de entradas de la obra está batiendo récords en el Goya, desvelaron los gestores de la sala.
En este último caso, fue Arquillué quien propuso recuperar Art. “La releí y entendí una cosa: No es solo una comedia. Habla de la dificultad de ponerse en la piel del otro. Y el texto es un campo de juego en el que necesitas ser amigo (de los otros actores) para poder llevarlo a cabo”, opinó Arquillué. “Es el fetichismo llevado al límite”, añadió Villanueva.
Art se estrenó en el Festival Temporada Alta de Girona este octubre. Es una producción a cuatro manos: Focus, Mola Produccions, Bitò Produccions y Trasgo Produccions participan en el proyecto.
“La escenografía es un juego dentro del juego teatral. Es irónica y divertida. Nos hemos roto los cuernos para que en el escenario no haya nada que no sea necesario”, desgranó Gorriz. Los tres amigos, todos con profesiones liberales, afincados en la gran urbe y con un nivel cultural alto, comparten cenas, copas y aventuras. En sus encuentros, se explican planes de boda, cambios de trabajo y confidencias. Pero en todas sus reuniones la discusión sobre la compra de Sergi centra unos diálogos que son “chispeantes”, como los calificó Gorriz.
Controversia tras controversia, la pintura blanca de Antrios acabará convertida en un gran agujero negro para los tres. Pero hay algo más: si la misión del arte es incomodar, promover dudas y remover conciencias, ¿no es el cuadro de Antrios la obra de arte perfecta?
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