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Reportaje:

'Arte' y Flotats se llenan de futuro: José María Pou se toma un descanso para hacer una serie de televisión y le sustituye Jesús Castejón

Josep Maria Flotats vive en una conocida plaza de Madrid y así consta en su DNI. Tiene planes, y no precisamente a corto plazo, ligados a esta ciudad. Uno de ellos es recrear y jugar de mil y una maneras con Arte, su gran triunfo, para que siga en cartel. "Me siento totalmente madrileño, de la misma manera que me sentía parisino cuando vivía en París; siempre me sentiré de la ciudad en la que trabaje libremente y con placer; encima soy aceptado y reconocido, ¿qué más quiere un artista?", dice Flotats.En Madrid nadie recuerda un fenómeno igual y no hay precedentes de ningún montaje que durante dos temporadas seguidas tuviera al mismo tiempo los parabienes del público, de la crítica y de los compañeros del oficio, y encima la bendición divina, el deseado cartelito de "no hay entradas" colgado todas los días.

La obra de Yasmina Reza, dirigida por Flotats, quien también ha dejado para sí uno de los papeles protagonistas, no sólo no termina su gloriosa andadura, sino que, como si fuera una criaturita, crece y crece y se llena de futuro y, por tanto, se puede hablar de novedades varias. Los actores, Flotats, José María Pou y Carlos Hipólito, siempre pensaron que se tomarían recreos para hacer otras cosas, de vez en cuando, y no quedar ahítos.

Pero eso sí, por turnos. El primero ha sido José María Pou. "Un actor crece enfrentándose a personajes distintos, y aunque mi trabajo en Arte es maravilloso, es más maravilloso aún si no impide, a ninguno de los tres, poder hacer otras cosas que nos apetezca mucho y valgan la pena", dice Pou, quien, a lo largo de los dos últimos años, ha tenido varias ofertas, pero sólo le ha convencido la serie de televisión Policías, en el corazón de la calle, una producción de Globo Media para Antena 3. Pou triunfa ya en el papel de inspector Ferrer, un personaje escéptico y honesto con el que el actor dice sentirse identificado, incluso en lo de amargura, ya que el actor está postrado a causa de una fractura de un pie.

Escayolas aparte, el actor ha sido sustituido por otro barcelonés, Jesús Castejón, quien está feliz como unas pascuas con la aceptación que está teniendo con el público y sus compañeros. Cuando Castejón vio Arte en 1998 tuvo un irrefrenable deseo de trabajar en esa comedia y llegó a pensar que daría cualquier cosa por estar en ese espectáculo. Al mismo tiempo asegura que en esa fantasía no había la más mínima premonición. Tan sólo las mariposas le empezaron a cosquillear en el estómago hace unos meses, cuando se enteró que Pou tenía que ser sustituido y le comentaron que él era uno de los candidatos. Hacía pocos días que Castejón había estrenado en Madrid con la Compañía Nacional de Teatro Clásico Entre bobos anda el juego, de Rojas Zorrilla: "Me entraron muchos nervios, porque mi compromiso con el trabajo es muy fuerte... Por un lado suponía irme del montaje en el que estaba, y decir no era terrible, y por otro, participar en un reparto al que admiro al 100% y en una función que me fascina la inteligencia con la que se ha construido y dirigido", y añade, "ningún actor que esté en su sano juicio puede dejar pasar una oportunidad de este tipo, y la verdad es que me lo he pensado muy poquito, diez minutos, pero me ha amargado el descalabro que producía en el Clásico... Este trabajo es criminal, la conciencia nunca te deja disfrutar del todo".

Cuando Flotats aún no se había decidido por ningún actor, Castejón estuvo muy prudente y no le mandó jamones, ni gallinas (algo que sí hace su personaje de cacique en el filme de José Luis Cuerda La lengua de las mariposas) ni vídeos al director catalán para inclinar la balanza a su favor. Lo que sí quiso hacer, y aún no sabe qué se lo impidió, pues era un deseo muy fuerte, fue huir por la calle de Prim el día que le tocaba debutar: "Tenía muchas ganas de salir corriendo, lo único que me consoló fue percibir que Flotats también estaba nervioso, y aunque parezca absurdo, eso me ayudó muchísimo". Por lo demás, dice que Floltats es "amoroso" (y no es una salida del armario), que trata a los actores exquisitamente y con una gran sensibilidad. "En mi carrera va a haber un antes y un después con Arte", dice Castejón.

Una agenda llena de proyectos

Pero hay más novedades en Arte. En verano está prevista una pequeña gira y en septiembre llegará al Teatro Tívoli de Barcelona, con los actores que comenzaron en 1998. Mientras eso ocurre, el montaje continuará en el Marquina con Castejón y otros dos actores, aunque Flotats dice que se muerde la lengua veinte veces antes de afirmar que algo será un éxito: "Nunca está ganado un éxito y hay que ganárselo cada noche", pero también reconoce que si las cosas van bien, él y Alejandro Coluvi, empresario del Marquina, contratarían nuevos tríos. Algo parecido a lo que ocurre con Arte en Nueva York, París y Londres, donde han pasado diversos repartos."Yo soy el primero que tengo ganas de hacer otra cosa", dice Flotats, quien sí recibe muchas ofertas. Una de las últimas, del subdirector del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, Eduardo Galán, quien le llamó para ofrecerle dirigir un Tenorio para la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Flotats, que desestimó la oferta, supone que este político le llamó en nombre de Andrés Amorós, director de la CNTC, quien días después de esa llamada comentó que no tendría inconveniente en aceptar algún proyecto de Flotats, aunque dio a entender que no se había puesto en contacto con él, al tiempo que señalaba su intención de llamar a Nuria Espert. La actriz no oculta que antes de esta declaración recibió una llamada de Amorós proponiéndola incorporarse al equipo de dirección de la CNTC, algo que la actriz rechazó.

Ayer se realizó en el Marquina la representación 444 de Arte. Ello supone que han pasado unos 226.440 espectadores, que han dejado 679 millones de pesetas.

Josep Maria Flotats vive en una conocida plaza de Madrid y así consta en su DNI. Tiene planes, y no precisamente a corto plazo, ligados a esta ciudad. Uno de ellos es recrear y jugar de mil y una maneras con Arte, su gran triunfo, para que siga en cartel. "Me siento totalmente madrileño, de la misma manera que me sentía parisino cuando vivía en París; siempre me sentiré de la ciudad en la que trabaje libremente y con placer; encima soy aceptado y reconocido, ¿qué más quiere un artista?", dice Flotats.

En Madrid nadie recuerda un fenómeno igual y no hay precedentes de ningún montaje que durante dos temporadas seguidas tuviera al mismo tiempo los parabienes del público, de la crítica y de los compañeros del oficio, y encima la bendición divina, el deseado cartelito de "no hay entradas" colgado todas los días.

La obra de Yasmina Reza, dirigida por Flotats, quien también ha dejado para sí uno de los papeles protagonistas, no sólo no termina su gloriosa andadura, sino que, como si fuera una criaturita, crece y crece y se llena de futuro y, por tanto, se puede hablar de novedades varias. Los actores, Flotats, José María Pou y Carlos Hipólito, siempre pensaron que se tomarían recreos para hacer otras cosas, de vez en cuando, y no quedar ahítos.

Pero eso sí, por turnos. El primero ha sido José María Pou. "Un actor crece enfrentándose a personajes distintos, y aunque mi trabajo en Arte es maravilloso, es más maravilloso aún si no impide, a ninguno de los tres, poder hacer otras cosas que nos apetezca mucho y valgan la pena", dice Pou, quien, a lo largo de los dos últimos años, ha tenido varias ofertas, pero sólo le ha convencido la serie de televisión Policías, en el corazón de la calle, una producción de Globo Media para Antena 3. Pou triunfa ya en el papel de inspector Ferrer, un personaje escéptico y honesto con el que el actor dice sentirse identificado, incluso en lo de amargura, ya que el actor está postrado a causa de una fractura de un pie.

Escayolas aparte, el actor ha sido sustituido por otro barcelonés, Jesús Castejón, quien está feliz como unas pascuas con la aceptación que está teniendo con el público y sus compañeros. Cuando Castejón vio Arte en 1998 tuvo un irrefrenable deseo de trabajar en esa comedia y llegó a pensar que daría cualquier cosa por estar en ese espectáculo. Al mismo tiempo asegura que en esa fantasía no había la más mínima premonición. Tan sólo las mariposas le empezaron a cosquillear en el estómago hace unos meses, cuando se enteró que Pou tenía que ser sustituido y le comentaron que él era uno de los candidatos. Hacía pocos días que Castejón había estrenado en Madrid con la Compañía Nacional de Teatro Clásico Entre bobos anda el juego, de Rojas Zorrilla: "Me entraron muchos nervios, porque mi compromiso con el trabajo es muy fuerte... Por un lado suponía irme del montaje en el que estaba, y decir no era terrible, y por otro, participar en un reparto al que admiro al 100% y en una función que me fascina la inteligencia con la que se ha construido y dirigido", y añade, "ningún actor que esté en su sano juicio puede dejar pasar una oportunidad de este tipo, y la verdad es que me lo he pensado muy poquito, diez minutos, pero me ha amargado el descalabro que producía en el Clásico... Este trabajo es criminal, la conciencia nunca te deja disfrutar del todo".

Cuando Flotats aún no se había decidido por ningún actor, Castejón estuvo muy prudente y no le mandó jamones, ni gallinas (algo que sí hace su personaje de cacique en el filme de José Luis Cuerda La lengua de las mariposas) ni vídeos al director catalán para inclinar la balanza a su favor. Lo que sí quiso hacer, y aún no sabe qué se lo impidió, pues era un deseo muy fuerte, fue huir por la calle de Prim el día que le tocaba debutar: "Tenía muchas ganas de salir corriendo, lo único que me consoló fue percibir que Flotats también estaba nervioso, y aunque parezca absurdo, eso me ayudó muchísimo". Por lo demás, dice que Floltats es "amoroso" (y no es una salida del armario), que trata a los actores exquisitamente y con una gran sensibilidad. "En mi carrera va a haber un antes y un después con Arte", dice Castejón.

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Pero hay más novedades en Arte. En verano está prevista una pequeña gira y en septiembre llegará al Teatro Tívoli de Barcelona, con los actores que comenzaron en 1998. Mientras eso ocurre, el montaje continuará en el Marquina con Castejón y otros dos actores, aunque Flotats dice que se muerde la lengua veinte veces antes de afirmar que algo será un éxito: "Nunca está ganado un éxito y hay que ganárselo cada noche", pero también reconoce que si las cosas van bien, él y Alejandro Coluvi, empresario del Marquina, contratarían nuevos tríos. Algo parecido a lo que ocurre con Arte en Nueva York, París y Londres, donde han pasado diversos repartos."Yo soy el primero que tengo ganas de hacer otra cosa", dice Flotats, quien sí recibe muchas ofertas. Una de las últimas, del subdirector del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, Eduardo Galán, quien le llamó para ofrecerle dirigir un Tenorio para la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Flotats, que desestimó la oferta, supone que este político le llamó en nombre de Andrés Amorós, director de la CNTC, quien días después de esa llamada comentó que no tendría inconveniente en aceptar algún proyecto de Flotats, aunque dio a entender que no se había puesto en contacto con él, al tiempo que señalaba su intención de llamar a Nuria Espert. La actriz no oculta que antes de esta declaración recibió una llamada de Amorós proponiéndola incorporarse al equipo de dirección de la CNTC, algo que la actriz rechazó.

Ayer se realizó en el Marquina la representación 444 de Arte. Ello supone que han pasado unos 226.440 espectadores, que han dejado 679 millones de pesetas.

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