La Generalitat invertirá 48 millones en un nuevo hospital en Tarragona

El Departamento de Salud de la Generalitat invertirá 48 millones de euros en la construcción de un nuevo centro sanitario en Tarragona. El equipamiento se levantará junto al edificio del actual Hospital Joan XXIII y la previsión es que las obras estén terminadas en un plazo máximo de cinco años. El nuevo edificio es la respuesta a las reiteradas demandas pregonadas desde Tarragona para  conseguir que, ante el achacoso estado que presenta el actual hospital, construir en la provincia de un nuevo centro sanitario de referencia. 

La construcción del nuevo hospital ha sido anunciada este jueves por el consejero Toni Comín y se erige como la propuesta estrella del Plan Estratégico Sanitario para el periodo 2016-2021. Comín, que ha comparecido junto al director del CatSalut, David Elvira, ha desglosado un presupuesto de 60 millones de euros para la región sanitaria tarraconense. El nuevo hospital concentra buena parte de la inversión y Comín ha manifestado que se logra el “equilibrio” entre los recursos destinados a Tarragona y los que se reservan para Reus. Precisamente, no perder peso ante Reus, y ante su colosal Hospital Sant Joan, ha sido una de las principales preocupaciones del consistorio tarraconense en los últimos meses.

Las deficiencias que presenta el Joan XXIII obligaron antes del verano a derivar a más de 2.000 pacientes de Tarragona a otros hospitales de la demarcación para someterlos a chequeos, pruebas e intervenciones quirúrgicas. El alcalde de Tarragona Josep Félix Ballesteros lanzó entonces un ultimátim al consejero, advirtiéndolo de que no se sentaría en ninguna mesa de negociación si antes Salud no se comprometía a ejecutar las obras de un nuevo hospital. Ballesteros tildó de intolerable que los ciudadanos de Tarragona “tengan que irse fuera de nuestra ciudad para una intervención quirúrgica”.

Las tensiones se han suavizado pero, no obstante, el consejero ha respondido este jueves con contundencia a las quejas de Ballesteros por el traslado a Reus de la coordinación del servicio de oncología. “Yo no doy consejos sobre calles, plazas o de cómo se tiene que hacer la fiesta mayor”, sentencia Comín. La consejería de Salud insiste en que la construcción del nuevo hospital no supone desatender al resto de infraestructura sanitaria que hay en la provincia. La apuesta pasa por la integración de equipamientos y la creación de sinergias.

Comín ha avisado que el proyecto hospitalario está supeditado a que el gobierno de Junts pel Sí pueda aprobar los presupuestos. De haber luz verde, los trabajos de construcción del nuevo complejo hospitalario arrancarán en el segundo semestre del año que viene. El Departamento de Salud no ha revelado qué usos dará al viejo hospital, una vez estén terminadas las obras del nuevo.