La pérdida del apoyo de Fontenla, clave en la dimisión de Dieter Moure
Los vicepresidentes expresan su respeto ante la decisión del presidente de la patronal gallega y revelan que la situación de crisis "se estaba degradando"
La pérdida del apoyo que desde el principio le brindaba el presidente de la confederación provincial de A Coruña, Antonio Fontenla, ha sido determinante para que Antonio Dieter Moure decidiese dimitir al frente de la patronal gallega. Los otros tres vicepresidentes, responsables de las confederaciones provinciales de Lugo, Ourense y Pontevedra, fueron siempre críticos con el mandato de Moure, y su rechazo ha ido a más en paralelo a la inacción que le atribuyen a lo largo de los últimos meses, que "estaba degradando" la situación de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Dieter Moure, sin embargo, ha atribuido a razones personales su marcha, una situación en la que no podía hacer frente a los graves problemas económicos de la entidad. El empresario, que llegó a la presidencia tras unas traumáticas elecciones hace 10 meses, prometía combatir el ahogo financiero con un plan de viabilidad contra el que ya expresaron sus recelos anteriormente confederaciones como la de Lugo.
El representante de los empresarios de Pontevedra, Jorge Cebreiros, y el secretario general de Lugo, Jorge López, coinciden en mostrar su "respeto" ante la decisión de Antonio Dieter Moure. Pero Cebreiros señala, al respecto de la crisis económica que afronta la institución gallega, que el plan de viabilidad del presidente saliente "no se estaba cumpliendo". "No se ha puesto en marcha ninguna medida, ningún despido", apunta, en relación a una información que se trasladó en una junta directiva que se celebró la semana pasada. Según explica el presidente de la provincial pontevedresa, en esa reunión se anunció la voluntad de iniciar otro tipo de medidas, ya que, al no haberse producido el ajuste de plantilla, se habían pagado nóminas y "la situación se estaba degradando".
En el contexto que deja la salida de Moure, la junta de vicepresidentes asume la gestión de la CEG, así como la puesta en marcha de un calendario electoral para el que los estatutos fijan unos plazos. "No se puede estar meses en funciones", reconoce Cebreiros, quien, con todo, advierte que él no ve con malos ojos la figura de un "liderazgo compartido".
"Las cuatro provinciales estamos muy unidas, en defensa de los intereses de la CEG, así que eso no me preocupa", ha manifestado a Europa Press para, a continuación, subrayar que él en este momento no se plantea si presentarse a unos futuros comicios. "Cuando lleguemos a ese río, ya veremos cómo cruzamos ese puente", responde, sin descartar dar un paso adelante.
Por su parte, considera que hay que tomar decisiones "dramáticas" porque afectan a los trabajadores, pero destaca que hay que hacerlo "con sensibilidad", y recuerda que si él se abstuvo en la votación del plan de viabilidad de Moure fue porque no estaba de acuerdo con las indemnizaciones que se imponían en algunos casos, para personas que entiende que deberían tener una mayor protección.
"Nos toca remangarnos", resalta, por su parte, Jaime López, secretario general de la confederación de empresarios de Lugo en quien el consejero delegado tiene depositada la responsabilidad de acudir por esta provincia a la junta de vicepresidentes que dirigirá a partir de ahora la CEG.
López incide en que el "momento es complicado" y, aunque admite que la dimisión de Moure "viene a alterar el orden natural de las cosas", muestra su "respeto institucional" y le agradece su trabajo. En este sentido, valora que "habrá que sentarse" y pensar en el "momento oportuno" para convocar a los empresarios gallegos a las urnas, en un plazo "razonable".
En su opinión, el plan de viabilidad de Moure tampoco significaba una "reestructuración real" de la patronal, que es lo que ve preciso, con una reducción de plantilla "lo más sensible" con la personas afectadas y también una disminución de los salarios que no están "acordes" con el mercado actual.
Así las cosas, cree que hay que trabajar "sobre el plan" del presidente que ahora dimite, porque la situación económica, a largo plazo, "podría ser muy mala", aunque esté "salvada" con la póliza suscrita con Abanca. Eso sí, el secretario general de Lugo se descarta como candidato a ponerse al frente de la CEG: "Tengo mucho trabajo en Lugo, para nada lo valoro", afirma.
Frente a estas opiniones, otras fuentes consultadas por Europa Press interpretan que este movimiento, aunque Moure habla de "motivos estrictamente personales", responde a una "guerra de poder" viva en la patronal gallega desde hace meses.
Empresarios que forman parte de la CEG aseguran sentirse "avergonzados" por lo que está pasando y auguran un "reguero de bajas", al menos de las sectoriales -las organizaciones que, junto a A Coruña, sostuvieron a este presidente-, que podrían poner en peligro la viabilidad de la institución gallega y de varias de las provinciales.
Estas fuentes creen que Fontenla ha acabado por retirarle su respaldo a Moure y ha "consentido" las operaciones de "los otros tres" mientras "empujaban" en su contra. "Los cuatro le han pedido que se vaya", sentencian.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.