Gabilondo sostiene que Madrid es el reino de la apariencia

Los casos de corrupción se han colado de forma intermitente en el discurso del PSOE. “Preside usted un gobierno que si bien no promueve la corrupción, ha decidido no afrontarla en sus raíces”, ha dicho. El lamento del PP no es suficiente para los socialistas, que no acaban de saber “lo que ha ocurrido realmente” en Arpegio, en el Canal de Isabel II o en la Ciudad de la Justicia. “Ustedes dicen que son otros, pero la única novedad es que carecen de mayoría absoluta y solo adoptan decisiones cuando el escándalo se hace público”, concretó.

Las cuentas no le cuadran a Gabilondo, porque se ha incumplido el objetivo de déficit en 2015 fijado en el 0,7% del PIB y ha alcanzado el 1,36%, con 1.350 millones más de lo previsto. Además, la deuda ha alcanzado un nivel máximo superando los 28.000 millones de euros. Con estos datos, las desigualdades han aumentado, “se olvida de los barrios de Madrid donde hay necesidad”. Cifuentes le ha agradecido en la réplica su tono, para inmediatamente acusarle de falta de contenido y de perder una oportunidad. La presidenta ha arremetido con una cascada de cifras, y con referencias a la situación de Andalucía, donde gobierna el PSOE.

“No puedo estar satisfecha con más de 400.000 parados, pero reconozca los nuevos afiliados a la Seguridad Social o el dato de creación 84.000 empleos”, le ha pedido. Gabilondo no tendría problema en atender a su requerimiento, pero no en la actualidad, cuando según la Agencia Tributaria la mitad de los asalariados de Madrid ganan menos de 18.000 euros anuales. Dato al que se suma que el 20,6% está en riesgo de pobreza o de exclusión.

Las listas de espera sanitarias y la educación “un verdadero laberinto de políticas conservadoras” tampoco consiguen el aprobado raspado de los socialistas. “Ya no sé qué hacer, si quieren les vuelvo a contar consejería a consejería lo que estamos haciendo”, ha replicado Cifuentes, que piensa que el problema puede residir en que “ustedes son analógicos y nosotros digitales”.

Gabilondo ofreció a Cifuentes su colaboración para un acuerdo educativo, “pero desde el principio, porque el diálogo es ir juntos a construir otra realidad”, no una utilización del resto de los grupos políticos.