Los primeros clarines suenan en esta plaza

El enclave está arropado por el pantano de Valmayor por el norte, el río Aulencia por el este y el Perales por el oeste. Este pueblo nació en torno a 1302, según el Libro de la Montería de Alfonso XI (1342). Las teorías que barajan su existencia son dispares, pero se cree lo más probable es que el actual asentamiento apareciese en el siglo XI, al amparo de la repoblación segoviana de las tierras situadas en la vertiente sur de la sierra de Guadarrama. El escudo de Valdemorillo está rodeado por siete estrellas que representan las siete ermitas que llegó a tener la aldea. A día de hoy resisten tres en pie, la de Valmayor, en el antiguo término municipal que da nombre al edificio, la de San Juan, situada en el casco urbano, y la ubicada dentro del Camposanto del cementerio municipal.

Es muy agradable la plaza de la Constitución, donde están el Ayuntamiento y el restaurante El tenedor de Yaryna, con una espléndida terraza para dejar que el sol caliente los huesos mientras las cañas van refrescando el gaznate. Allí charlan Demófilo Godoy, de 62 años y Felipe Rodríguez, de 64. Los dos llevan media vida en el pueblo y coinciden en que es un enclave privilegiado para la gente mayor. “El municipio ha crecido poco porque la crisis del ladrillo coincidió con el intento de expansión”, explican. “Para los jóvenes no hay nada, ni discotecas ni cine”, y los dos celebran el sosiego rural que se respira. Porque el pueblo vive de la hostelería y el pequeño comercio. Más de 23 cafeterías y restaurantes están sembrados por Valdemorillo. Nueve de ellos están ubicados dentro del pequeño casco histórico y se unen para potenciar las fiestas de septiembre de Valdemorillo.

Este tipo de eventos son los que el Ayuntamiento trata de impulsar para evitar que los toros no sean la única seña de identidad del municipio. Como la recuperación de varias sendas que discurren dentro del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y donde se pueden disfrutar de un entorno ecológico de gran valor.

La calle Balconcillos, una de las más típicas de la localidad, nos lleva a las puertas de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Un edificio deslumbrante de estilo herreriano, construido en 1601, aunque sus orígenes podrían remontarse al siglo VIII, como iglesia mozárabe. El vestigio más antiguo podría ser el muro visigótico de la cara norte de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la asunción, del siglo VIII.

Muy cerca está la Casa de Cultura Giralt Laporta, inaugurada el 14 de mayo de 1999 alrededor de los tres hornos de la antigua fábrica de vidrio y porcelana del siglo XIX, primero propiedad de Juan Falcó y que luego pasaría a manos de Giralt Laporta, quien hoy cede precisamente su nombre a este centro cultural. Al lado, es interesante visitar, bajo cita previa, la antigua cueva de caolín, convertida en la Cueva Museo de Cerámica y Vidrio de Valdemorillo (CUMVAL). La Fuente del Caño, los antiguos lavaderos y la plaza de toros cubierta de La Candelaria son otros puntos de interés en el recorrido por Valdemorillo.

En Valdemorillo está localizado parte del embalse de Valmayor, que también abastece los municipios de El Escorial y Colmenarejo. El embalse es uno de los máximos abastecedores de agua potable de la Comunidad de Madrid. El pantano es el segundo de mayor capacidad de almacenaje de la región madrileña, después de El Atazar.

La localidad está incluida parcialmente dentro del Parque Regional del curso medio del río Guadarrama y su entorno. La Ruta Imperial de la Comunidad de Madrid forma parte del itinerario turístico, constituido alrededor de los caminos que utilizaba Felipe II en sus desplazamientos desde Madrid hasta el monasterio de El Escorial.