Polvo en la plaza del Biombo
La periodista y escritora Celia Blanco, especializada en sexo, encuentra erotismo en calles, avenidas o en una tasca para acabar metiéndose mano en un club
1. Mi cama con vistas a la Plaza Mayor. Sin ningún rubor digo que tengo la cama con las mejores vistas de Madrid; con vistas a su plaza más ícónica. ¿Sabes lo que es practicar sexo así? La resonancia de esta plaza… Vivo en una casa de 1619, donde ha tenido que pasar de todo: aquí muchísima gente ha vivido, ha muerto, ha amado, ha follado... A mí todo eso me pone muchísimo.
2. La Venencia. Es un garito con tantos, tantos años y tanta, tanta historia… que me daba el mejor marco para que ocurrieran las mejores situaciones sexuales. Beber amontillado ayuda. También es un lugar muy inspirador; sale en mis libros. Por cierto, uno de ellos, Con dos tacones (La esfera de los libros) lo tiene la Reina Letizia. (Echegaray, 7)
Susurros de madrugada
Los domingos de madrugada Celia Blanco (Madrid, 1973) susurra desde la radio Contigo dentro (Cadena SER). La escritora y periodista conoce la Plaza Mayor y sus alrededores como si fuera la guardiana de sus secretos más tórridos. En Twitter es @Latanace.
3. Pizzería Cervantes. Es el sitio donde primero me senté a escribir y donde desayuno y donde otro tipo y yo, son que hayamos tenido nunca nada, nos pagamos el desayuno. Me gusta estar en un sitio donde pasan todas estas cosas, y esto lo da el barrio de las letras. (León, 8)
4. La Plaza de Chueca. El barrio que conocí en 1992 era otro. Gracias a una revolución sexual, y a que un montón de homosexuales se instalaran en esa zona, a la que no quería ir nadie. Así empieza a revalorizarse el barrio y aparece el concepto de lo que lo que es ahora Chueca. Cerca están las Bodegas Rivas (Calle de la Palma, 61), uno de los mejores vermús de la ciudad.
5. Barrio de Santiago. Antiguamente, la verbena se hacía aquí y se sacaba al patrón de cañas. Sigue siendo un barrio muy barrio. Todos nos conocemos, nos gusta la terraza del Santos, pelamos la pava en la terraza del Refra. Y la plaza del Biombo es un sitio estupendo para echar un polvo en la calle.
6. Plaza de Juan Pujol. Para los de Madrid de toda la vida, es la Plaza del Rastrillo. Algunos piensan que el nombre homenajea al espía, con sobrenombre Garbo, un agente doble español que fue muy relevante durante la Segunda Guerra Mundial. Pero en realidad se llama así por el jefe de prensa de Franco [El Ayuntamiento la ha incluido en las calles que quiere renombrar]. Para mí es especial porque allí mismo, gracias a un gran amigo, surgió la idea de hacer un programa de radio sobre sexo.
7. El Cielo del Urban. Esta terraza me provoca morbo porque nadie te va a mirar por meter mano a otro. Es discreta, y la discreción en la sexualidad es fundamental. (Carrera de San Jerónimo, 34)
8. El Bonanno. ¿Sabes que mi mote Latana viene de la italiana? Siempre me he identificado con las mujeres romanas, por físico, por carácter. Y esto es un rincón de italia en Madrid. Además, es uno de los sitios donde más he ligado. El dueño es amigo, y me gusta de ellos su honestidad y su trabajo. (Plaza del Humilladero, 4)
9. La terraza de la SER. Representa lo afortunada que me siento de estar allí trabajando después de mucho pelear. La terraza es un sitio especial porque allí es donde, teniendo esas vistas a todo Madrid, pienso con Elia, mi productora, cómo contamos el sexo en la radio. (Gran Vía, 32)
10. El Amante. Aquí se toman las mejores copas de todo Madrid. Allí, el sexo fluye, es un sexo muy bueno, con mucho respeto… Nadie se puede poner chulo. Y puede entrar cualquiera de la mano de cualquier persona. (Santiago, 3)
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