La semana por delante

plan b

Monstruos, cartas y nostalgia por los ochenta

La próxima semana comienzan en Madrid las fiestas de La Paloma: verbena, chotis, pasodobles… y zombis, también zombis. Este año, el barrio de La Latina se llenará de muertos vivientes vestidos de chulapos. Será a las dos de la mañana, tras el concierto de Javier Ruibal, cuando estos seres del inframundo hagan su aparición y recorran las calles en una yincana que promete ser terrorífica.

Pero si lo que buscan los madrileños es algo más tranquilo —y sobre todo, que no pueda rozarles—, en el Espacio Fundación Telefónica (Fuencarral, 3) hay una exposición sobre el terror de laboratorio: desde Frankenstein al doctor Moreau. La muestra profundiza en este tipo de científicos y sus creaciones arquetípicas. Se podrá ver hasta el 16 de octubre, desde las 10 de la mañana y hasta las 19.50 de la tarde.

El martes, a las 17.30, quien quiera puede iniciarse también en el mundo de las cartas coleccionables Magic. La clase se llevará a cabo en la tienda de Generación X ubicada en Goya (Mártires Concepcionistas, 5). Y será una buena ocasión para conocer los entresijos de este juego que cuenta, según estimaciones, con 20 millones de jugadores.

Y un plan sin salir de casa. En Netflix se puede ver una de las series del verano: Stranger Things. Su historia hará las delicias de los amantes del cine de los ochenta. En un pequeño pueblo remoto en Estados Unidos, la desaparición de un niño coincide con la llegada de una misteriosa niña con poderes. Esta serie es una mezcla de Los Goonies, Cuenta conmigo o It, entre otras muchas referencias. Y con Winona Ryder haciendo, además, de madre. Su primera temporada tiene ocho capítulos, perfectos para verlos en estas calurosas noches veraniegas.— RODRIGO CASTELEIRO

cine

Segundas oportunidades

Frente a la eclosión estival de pantallas al aire libre, la Filmoteca (Cine Doré; calle de Santa Isabel, 3) responde con un programa plagado de interesantes propuestas estrenadas en los últimos años. El ciclo Si aún no la has visto... o la quieres volver a ver (entradas 2,5 euros; abono 10 sesiones, 20 euros) arrancó el primero de agosto y puede entenderse como un antídoto a la avalancha de superhéroes, ya sean nuevos o secuelas de anteriores aventuras; los reboots nostálgicos como las Cazafantasmas o la penúltima visita del Bond del siglo XXI.

En la Filmoteca animan a combatir el calor con un lema no escrito: Más vale lo bueno conocido. Así, Esta tarde emiten el magnífico experimento cinematográfico Boyhood (18.00), estrenada en 2014 y dirigida por Richard Linklater, que invirtió una década en rodarla. Y por la noche, El lobo de Wall Street (21.15), con la que Leonardo Di Caprio casi gana su merecido Óscar hace dos años. Durante la semana, desfilarán títulos como También la lluvia, dirigida por Icíar Bollaín y protagonizada por Luis Tosar, Karra Elejalde y Gael García Bernal (jueves a las 20.20); la comedia Guillaume y los chicos, ¡a la mesa! (sábado a las 20.00), con la estrella de la comèdie française Guillaume Gallienne (que ganó el César a mejor actor en 2014, igual que la película) o Her (sábado a las 21.45) que relata el romance virtual entre Joaquin Phoenix y una asistente virtual a la que pone voz Scarlett Johansson. Todas las propuestas, como siempre en la Filmoteca, son en versión original. — PABLO LEÓN

teatro

Como la vida misma

En pleno corazón del Barrio de Malasaña la Sala Tú (Velarde, 15), a pesar del sofocante calor de agosto, no cierra sus puertas para seguir ofreciendo interesantes propuestas teatrales. Durante este mes la compañía Teatro Thales presenta su última creación Malditas, escrita y dirigida por Rosa Cantero, que también la interpreta junto a Cata Cutanda. Con un lenguaje directo, cómico y real, todo transcurre en un local de ensayo en el que dos actrices en apuros van mostrando el teatro desde dentro. Están creando un espectáculo sorprendente y complicado cuyo motor son las discapacidades, sufriendo en sus carnes estas barreras físicas. Aunque se replantean el efecto que puede tener el contenido de la obra en el espectador siguen ensayando. El tema les absorbe por completo. Los personajes que interpretan, dos siamesas unidas por la espalda, se entrelazan con ellas mismas y les demostrarán que a veces la realidad puede ser mucho más dolorosa que cualquier obra de teatro.— EDUARDO LÓPEZ