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El teatro ayuda al Grec a incrementar un 20% sus espectadores

Un concurso público dará en noviembre el director que sustituirá a Ramon Simó

Carles Geli
Un momento de la obra 'Les bruixes de Salem', que abrió el Festival Grec este año.
Un momento de la obra 'Les bruixes de Salem', que abrió el Festival Grec este año. MASSIMILIANO MINOCRI

Una menor sensación de crisis económica y una programación “más equilibrada, que ha aunado cultura popular y nuevos lenguajes” serían los factores que, a tenor de los responsables del Grec, explican que en su 40º edición el festival de verano de Barcelona cierre, a falta de este fin de semana, con un balance de 105.961 espectadores, un 19,65% más que el año pasado (unas 20.000 personas más). El apartado de entradas vendidas es aún más positivo: ascendería un 24,6% (94.847 espectadores). Si se cuentan también actos gratuitos y actividades profesionales, la cifra es de 153.447 asistentes. El incremento de espectáculos (este año, la media es de más de cuatro por día) explica también el panorama expansivo.

El teatro ha sido, en cualquier caso, el gran motor de arrastre al aportar más de 61.000 personas, en particular gracias a un nombre propio, Arthur Miller, con dos obras suyas: Les bruixes de Salem generó más de 11.000 espectadores en solo cinco días de representación y es uno de los 13 espectáculos que han agotado las entradas este año, mientras El preu, a falta aún de algunas funciones, sobrepasa el 90% del aforo. Han sido dos de las estrellas de una oferta de 138 espectáculos, 41 de los cuales han superado el 80% de su capacidad, mientras apenas 18 han quedado por debajo de la mitad. En ese contexto, circo y danza vuelven a dar notables porcentajes de espectadores (80,5% y 71,75%, respectivamente), mientras la música se ha quedado en un 65,6%.

Si los grandes nombres han cundido, la grata sorpresa ha sido que algunos de los programas menos convencionales también han contribuido a la buena cosecha, con espectáculos como Birdie (teatro de objeto, con vídeo y performance). “Alguna cosa se está moviendo porque Barcelona es una plaza dura para eso y para los espectáculos internacionales, que también han incrementado su público”, resume Ramon Simó, que este año deja ya la dirección del festival tras cinco al frente del mismo. Lo aprovechó para hacer balance de los 528 espectáculos desde entonces, con 167 coproducciones, de las cuales 29 internacionales, “lo que demuestra que para esa colaboración foránea hay mercado”. Lo dijo poco antes de recordar que ha visto reducido el presupuesto hasta los tres millones de euros (“perdimos un tercio el primer año”) y confrontarlo con el de Lyon (12 millones de euros).

Simó no dudó en calificar su Grec de “festival político” (“entendido como un espacio donde se ha hablado de todo”), de marcado corte internacional (“ha servido de palanca para las compañías catalanas porque 18 han estado de gira mundial, pero también de descubrimiento aquí de artistas extranjeros”), con reconocimiento ciudadano (“hay sensación de festival y hemos logrado que la plaza de Margarita Xirgu sea epicentro de ello”) y de transversal (“hoy la gente se interesa por una diversidad mayor de géneros artísticos y aprecia más las hibridaciones”).

El director garantizó una “transición lógica” con su sustituto, que saldrá de un concurso público aún sin jurado, pero que se convocará en septiembre y que dará en noviembre el nombre de quien dirigirá el festival durante cuatro años. Un resultado al que el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) se había comprometido ya para esta primavera. “Es la situación que nos hemos encontrado; lo he acelerado ganando un mes”, dijo el teniente de alcalde de Empresa, Cultura e Innovación, Jaume Collboni, que desea que el Grec sea “cantera de talento para creadores locales, en la escala de la Barcelona real, que hoy es metropolitana; que se internacionalice más y que funcione como prescriptor, creando y educando al público siendo ambiciosa y un punto vanguardista”.

Consciente de que cuesta dinero, Collboni dijo que luchará por incrementar los presupuestos del ICUB y del Grec, festival que quiere liberar de su mayor “lastre”: su labor de suplencia de la temporada de espectáculos de verano. “Es una anomalía que responde a una mentalidad industrialista; Barcelona debe tener una oferta cultural de verano como otras grandes urbes europeas; trabajaremos en ello”, dijo sin querer concretar. De momento, el Grec hace de notable pero parcial sucedáneo.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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