El nuevo partido de Mas dice que no renunciará a su nombre
El candidato a coordinador general, Ignasi Planas, plantea recurrir la decisión de Interior
Al nuevo partido heredero de Convergència le está costando arrancar. La formación ha caído en un lío jurídico a cuenta de su nuevo nombre —Partit Demòcrata Català— ya que el Ministerio del Interior pretende negarse a registrarlo por parecerse a la escisión independentista de Unió, Demòcrates de Catalunya, tal y como avanzó ayer EL PAÍS. Los candidatos a liderar el partido han insistido este jueves en conservar la denominación y han planteado incluso recurrir la decisión del ministerio alegando que ya existen varias formaciones con nombres similares a las que no se ha negado la nomenclatura: "Sabíamos que nos iban a poner todas las trampas, pero no pararemos", ha dicho Ignasi Planas, uno de los aspirantes.
Los diputados en el Parlament Marta Pascal y David Bonvehí, otros de los candidatos a la coordinación, han asegurado que el partido "defenderá su nombre" en una entrevista en Catalunya Ràdio. Pascal ha explicado que aún no han recibido ningún requerimiento por parte del Ministerio del Interior que indique que no se pueda registrar la marca y que, en caso de recibir una negativa, explorarán la manera de mantenerlo. Planas, el candidato de Reagrupament, ha ido más allá y ha planteado ya un posible recurso a la decisión, a riesgo de que el proceso se alargue y estén varios meses con un nombre provisional. En cualquier caso, lo que intentarán es no llegar a esa situación.
La idea es evitar a toda costa un choque frontal con Demòcrates, ya que ambas formaciones son independentistas y ninguna quiere dar la imagen de desunión. Sobre todo, ante los problemas que está teniendo Junts pel Sí en el Parlament con la CUP y la cuestión de confianza de Carles Puigdemont que pondría en peligro el proceso de desconexión con España. "Tenemos que observar a Demòcrates como aliados. Estoy seguro de que este reconocimiento nos tiene que llevar a un acuerdo y a la inscripción del partido sin problemas. Compartimos la necesidad de no pelearse y llegar a un acuerdo", ha explicado Planas. El dirigente ha dicho que intentarán mantener una reunión en breve pero aún así, la intención es no ceder en el nombre "porque es una decisión de los asociados y no corresponde a la dirección", ha zanjado.
El problema de los contactos con Demòcrates es que en realidad, el nuevo partido de Mas aún no tiene una dirección elegida —hay un proceso de primarias aún abierto— y la interlocución se complica por este motivo. De hecho, el buen entendimiento con ese partido no parece tan fluido, tal y como ha explicado Antoni Castellà, su portavoz, que ha explicado que nadie del PDC le ha llamado para negociar una salida al embrollo y ha insistido en que sería "justo" que el Ministerio de Interior rechazara la inscripción del Partit Demòcrata Català (CDC).
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