Performers y payasos

Entre el arte plástico y el arte escénico, siempre efímera y corporal, entre lo poético y lo transgresor, la performance es un evanescente género que difícilmente puede almacenarse en los museos y que siempre conviene reivindicar, sobre todo en pleno centenario del dadaísmo, en cuya libertaria sede, el Cabaret Voltaire de Zurich, se manifestó las primeras veces.

Tres piezas han encajado para celebrar la Semana de la Performance (desde hoy al próximo domingo): el espacio Labruc (donde tiene lugar, en Palma 18), el festival Out of Mind, dirigido en Zaragoza por Sergio Muro, y el Abierto de Acción, dirigido por Domix Garrido. Durante estos seis días se dará cuenta de lo mejor de la escena nacional con espectáculos de spoken word, videoperformance, charlas, talleres, danza, acciones sonoras y performances de las de toda la vida, si es que tal categoría existe.

Algunos de los artistas participantes son Ramón Quanta, Rubén Figaredo, Paquito Nogales, Blanka Palamós i Claramunt, Esther Giménez, Aitor Pellicer, Cecilia Gala, Mario Gutierrez Cru o Fausto Grossi, entre muchos otros. "El espectador nunca se debe de quedar indiferente, para bien o para mal", explican los organizadores, "incluso si se indigna puede que el artista haya dado en la clave". Así que prepárense para cualquier cosa.

Otro pequeño festival de interés que está teniendo lugar este mes en Madrid es el XVI Festival Internacional de Clown, en la sala El Montacargas (Antillón, 19). La cosa va aquí de narices rojas, caras pintadas y grandes zapatones, aunque también de versiones más contemporáneas del vetusto arte del payaso, porque aquí consideran al clown como "chamán" liberador y a la risa un "arma de liberación masiva". En lo que queda de mes se podrá ver a compañías como Abubukaka, Vagamundos, Musiclown, Malaje Sólo, PasoAzorín, JuanCallate y Pez en Raya o Mandarina.