CDC aguanta y cree tener la “llave” de un gobierno entre el PSOE y Podemos
La formación nacionalista mantiene, pese a las encuestas contrarias, los ocho diputados
Convergència salvó los muebles el 26-J. Mantuvo los ocho escaños obtenidos en las pasadas elecciones del mes de diciembre y pudo reírse de las encuestas, que le habían dado la espalda toda la campaña electoral previendo menos representación de la que fue finalmente. Incluso la última, el macrosondeo de la Forta realizado a pie de urna y difundido cuando se cerraron los colegios electorales, le dio un último susto, al pronosticarle solo cinco escaños. Al final, no hubo tragedia y cuando se daban por confirmados los ocho escaños se empezaron a notar sonrisas de alivio en el Museo Marítimo, sede de la noche electoral de los convergentes. “Vistos los pronósticos, los resultados nos dejan un regusto positivo”, admitió Francesc Homs, cabeza de cartel de CDC.
La candidatura de Homs evitó otra gran sangría de votos y mantuvo el mismo número de diputados, aunque el 13,76% final de sus escrutinios supone perder casi un punto y medio respecto a hace seis meses, cuando concurría bajo la marca de Democràcia i Llibertat. Sobre el papel no debería tener grupo parlamentario propio —ni en Barcelona ni en Tarragona logró el 15% de los escrutinios necesarios— pero esa decisión volverá a recaer sobre la mesa del Congreso. Para el Senado logró dos senadores, uno por Girona y uno por Lleida, pero se volvió a quedar fuera su candidato por Barcelona, el popular presentador Miquel Calçada.
Con los ocho diputados asegurados por CDC y los nueve de ERC, Homs dio por sentado que “el independentismo vuelve a ser decisivo en la política española”. Artur Mas, el presidente de la formación, avaló esa afirmación y señaló que el nuevo gobierno español saldrá de “la gran coalición PP-PSOE” o “tendrá que pasar por nosotros”, en referencia a una alianza entre el grupo socialista y Podemos. “CDC y los soberanistas tienen la clave” de ese ejecutivo, dijo Mas. Es un aviso de que harán lo imposible para “sacar del Gobierno” al PP, por muy difícil que sea (la alianza del progreso requeriría del apoyo de CDC, ERC y PNV para sumar más de 175 escaños), especialmente después del escándalo que implica al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para incriminar a dirigentes soberanistas.
Aunque las pretensiones difundidas por el equipo de campaña de Convergència eran las de mejorar los resultados del pasado mes de diciembre, el punto negativo del recuento es que su principal rival en el independentismo, ERC, le vuelve a sacar un diputado y consolida su posición como mayor fuerza secesionista en el Congreso. Fueron los republicanos quienes le quitaron también la hegemonía en Girona, tradicional feudo de CDC, aunque mantendrá allí dos diputados. El resto de los escaños procederán de Barcelona (4), de Tarragona (1) y de Lleida (1). En esta última provincia no pudo lograr el segundo diputado que ansiaba.
Los ocho escaños dan aire a la formación para afrontar el congreso que celebrará en menos de quince días, en el que tendrá que acometer la refundación del partido y en el que se visualizarán las divergencias entre los candidatos a dirigir la organización nacionalista. Mas aseguró ayer que los resultados “quedan al servicio del presidente Puigdemont y del Gobierno que preside”, en referencia a la cuestión de confianza que deberá abordar Puigdemont el próximo mes de septiembre con el mismo liderazgo, una vez consolidada ERC, de su socio de Gobierno. Mas señaló en plena campaña que los resultados de este 26-J podían debilitar su posición. ayer daban por superada la prueba.
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