La semana por delante
El dramaturgo Óscar Sanz revista su texto 'La Partida' y MMC Fest actúa en El Matadero
teatro
Hablar y no escuchar
El dramaturgo Óscar Sanz Cabrera escribió en 2009 su primera obra La partida, logrando en la Mostra de Teatre de Barcelona el Premio Especial del Jurado y el del Público al mejor espectáculo. Ese mismo año el montaje llegaba a Madrid, y rápidamente conseguía un gran éxito de crítica y público. Ahora, siete años más tarde, el autor ha decidido revisitar el texto y presentar un nuevo montaje todos los lunes, hasta final del verano, en el Teatro Lara. En esta divertida comedia sobre el valor de la amistad, los actores Jorge Cabrera, Alfonso Mendiguchía y Juan López-Tagle se meten en la piel de tres amigos de toda la vida que una vez al mes se reúnen para jugar a las cartas. A lo largo de una partida irán aflorando contradicciones, hipocresía y envidias. En palabras del autor, esta pieza muestra una realidad tan común y contemporánea, que todos nos podemos reconocer en algún momento de la trama. Otra cosa bien distinta es que lleguemos a reconocerlo.— EDUARDO LÓPEZ
pop/electrónica
Un día de la música disperso
Madrid Music City, (MMC) es una cita que se vincula con el Día Europeo de la Música, una fiesta de origen francés que se celebra cada 21 de junio. Bajo esas siglas el Ayuntamiento de Madrid y empresarios privados han agrupado varias iniciativas que se celebran a lo largo de toda esta semana y que van de proyecciones de cine o charlas a dos minifestivales. El primero, Eco, es un ciclo de tres noches consecutivas de artistas de electrónica que comienza mañana lunes en Conde Duque. Pero la apuesta principal es MMC Fest, el sábado 25 en Matadero. MMC Fest es un curioso batiburrillo en el que cabe desde Imelda May, revivalistadel rockabilly, a Solea Morente, la pequeña del clan granadino, pasando por Parov Stellar o Unknown Mortal Orchestra. —IÑIGO LÓPEZ PALACIOS
clásica
La noche del imperio
Dicen que la música alemana se construye sobre tres hombres que tienen como inicial de sus apellidos la letra B. Comienza la santísima trinidad de la música centroeuropea con Bach, padre indiscutible de la música como hoy la conocemos; continúa con Beethoven, el genio de Bonn que supo obrar prodigios nacidos de las manos de un creador casi mesiánico; y acaba con Brahms, constructor de catedrales en el aire, artesano de la forma musical y arquitecto de armonías rotundas e infranqueables. En el concierto que trae la Filarmónica de Viena el próximo viernes al Auditorio Nacional dentro del ciclo de Ibermúsica, estarán los dos últimos. A ellos se sumará otro torrente alemán posterior que revolucionó el sonido: Richard Strauss. De este último se podrá escuchar la monumental Muerte y Transfiguración, acompañada de la inusual obertura de ‘Coriolano’ de Beethoven y la primera de las sinfonías de Brahms. Una noche alemana para vencer el denso aire cálido del verano en la ciudad con música que eleva el alma.— MIGUEL PÉREZ MARTÍN
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