Los candidatos al Senado debaten su reforma
Los cabezas de lista por Madrid explican cómo mejorarían el funcionamiento de la Cámara Alta
Un abogado recién llegado, una profesora de instituto con una larga trayectoria en la defensa de los derechos de los colectivos LGTBI, y dos pesos pesados de la política madrileña disputan las elecciones del próximo domingo como cabeza de lista al Senado, una institución puesta en entredicho desde hace años. Estas son las propuestas de cada uno de ellos para mejorar el funcionamiento de la Cámara Alta.
ANTONIO PEZZI / Ciudadanos
Un nuevo consejo de presidentes
Antonio Pezzi (Nerja, Málaga, 1968) estaba tomando unas cervezas con sus amigos. Comentando la actualidad política. Lo mal, en fin, que estaba todo. De repente, su hijo pequeño disparó: “Vosotros habláis mucho, pero ¿qué vais a hacer?”. En la mesa se hizo un silencio. Unos y otros se miraron, pero a Pezzi aquella pregunta le removió por dentro: “Había que hacer algo, en efecto”. Ese día, este abogado, afincado en Madrid desde hace siete años, tomó conciencia y se puso a disposición de Ciudadanos; el partido al que se afilió en 2013 seducido por el discurso de Albert Rivera. Se quedó a unos miles de votos de ser el octavo concejal de esta formación en el Ayuntamiento. Y ahora repite como cabeza de lista al Senado por Madrid. Una Cámara que suprimiría, afirma.
“El Senado, como está diseñado actualmente, no es necesario. Pero para modificarlo tenemos que estar presentes. Yo sí creo en el Senado como se pensó: una cámara de segunda lectura para que senadores de reconocido prestigio hicieran una lectura técnica de las leyes. Y también como una cámara territorial que compensara las diferencias entre comunidades. Pero hoy en día es un cementerio de elefantes. Proponemos sustituirlo por un consejo de presidentes de comunidades autónomas que tendría competencias para que, por voto ponderado, es decir, según su población, pudiese tomar decisiones en conflictos entre comunidades”, dice.
Si sale elegido, pero sin mayoría suficiente para impulsar ese cambio, Pezzi dejaría la abogacía para batallar para que Madrid esté mejor representada —“Es una de las comunidades que menos subvenciones recibe”—; hacer un control efectivo del Gobierno; impulsar modificaciones constitucionales como obligar a que todos los derechos sociales tengan una dotación presupuestaria; y mejorar algunas leyes —“no derogarlas”, matiza— como la ley educativa (Lomce) o la ley de seguridad ciudadana.
DAVID LUCAS / PSOE
Dar espacio a los Ayuntamientos
Cuando Sara Hernández, la secretaria general del PSM, le ofreció a David Lucas (Madrid, 1968) encabezar la lista al Senado por Madrid, no se lo pensó. A Lucas le van los retos. Hace un año, el alcalde de Móstoles (205.712 habitantes) recuperó el bastón de mando de su ciudad tras 12 años de gobierno del PP.
Ahora tiene ante sí una nueva epopeya: recuperar el senador perdido por los socialistas en diciembre por Madrid y evitar, de paso, el sorpasso de Unidos Podemos. Pero este admirador de Star Wars —y licenciado en Derecho— apela al espíritu de la saga de su tocayo, George Lucas: si la Estrella de la Muerte se destruyó dos veces, todo puede pasar.
Se ve con fuerza para "reenfocar” el Senado. Y convertirlo en una verdadera cámara territorial donde estén representadas las comunidades, pero también los Ayuntamientos. “Hay que hacer de él un verdadero foro parlamentario de cooperación entre las comunidades y consistorios y el Gobierno central”, sugiere.
Para el edil de Móstoles, la Cámara Alta puede ayudar a armonizar las distintas legislaciones de las comunidades y dirimir problemas competenciales además de compensar mayorías absolutas o blindar los servicios públicos. Habla como político, pero también como profesor universitario. Lucas da clases en la Universidad Carlos III y muchos alumnos le han trasladado el problema de las tasas. “Hay estudiantes que no se han podido matricular de todas las asignaturas porque hay créditos que cuestan 80 euros y sus familias no tienen recursos suficientes”, critica.
En caso de ser elegido senador, compatibilizaría su trabajo de alcalde en Móstoles con la labor en las cortes. “Hay mucho que hacer. Como derogar la Lomce y la reforma laboral, proteger el sistema de pensiones y llevar a cabo medias contra la pobreza. En España, 720.000 familias no tienen ingresos suficientes”, dice.
EVA ABRIL / Unidos Podemos
Una Cámara que hable de la gente
Hace unos meses, Eva Abril (Madrid, 1974) se planteó si era feliz. Inmersa en la política “cainita” de Aranjuez, como concejal de Aranjuez Ahora —una candidatura ciudadana con miembros de IU, de donde venía, Podemos o Equo—, con problemas de salud y madre reciente de Jan, su pequeño de 14 meses, al que veía menos de lo que quería, concluyó que necesitaba un cambio de vida. Así que dejó la corporación municipal y empezó a hacer las maletas para irse con su mujer y su hijo a Barcelona.
Lo que no sabía esta profesora de Dibujo de secundaria, con plaza, es que Unidos Podemos se había fijado en ella. Abril ya había sido cabeza por IU al Senado. Aunque aquello fue más simbólico que otra cosa: las posibilidades de la coalición eran remotas. Ahora es diferente. “Estamos inmersos en un momento histórico y habrá sorpasso”, asegura con los ojos muy vivos.
Esta activista por los derechos de las personas LGTBI propone darle contenido al Senado. “Es el lugar ideal para tratar temas de territorialidad como es Cataluña. Pero debe ser un lugar poroso, que puedan participar los ciudadanos y presentar sus propuestas. Hay que hablar de los problemas de la gente. El otro día una compañera del cole, con tres niñas a su cargo, me dijo que le habían ofrecido trabajar a jornada completa por 500 euros. El Senado tiene que hablar de esto. Los políticos tenemos que evitar dolor”.
¿Cómo? “Ampliando los permisos de maternidad, llamando a consultas a los que inciten al odio, haciendo una escuela menos sexista…”.
De momento, la madrileña está sin sueldo. Tenía que reincorporarse a su trabajo, pero no quiso que echaran a su sustituta y tuviesen que contratar después a otra interina si al final sale elegida. “Estoy tirando de ahorros, como la mayoría”, explica.
PÍO GARCÍA-ESCUDERO / PP
Perfeccionar las autonomías
En su toma de posesión como presidente del Senado, el pasado enero, Pío García-Escudero (Madrid, 1952) destacó el valor y el “potencial futuro” de la Cámara Alta para el perfeccionamiento del Estado de las autonomías y aseguró también que buscaría el consenso del resto de fuerzas para reformarla. Tal consenso no llegó a fraguarse por la repetición de elecciones. Pero tampoco se conoce mucho sobre esa reforma.
En su investidura, García-Escudero consideró que los trabajos que se habían llevado a cabo por la ponencia en la anterior legislatura eran “un interesante punto de partida”. EL PAÍS intentó, sin éxito, conocer los planes de reforma del Senado del cabeza del PP, que vuelve a repetir, pero el partido adujo problemas de agenda. De su trayectoria, en cambio, se sabe algo más.
García-Escudero ha sido siempre un fijo en la quiniela de los populares. Durante varias legislaturas, este arquitecto y conde de Badarán sonó como candidato a la alcaldía de Madrid.
Lleva más de dos décadas en política, como se informa en la web del Senado. Entre otros cargos, ha sido presidente del PP de Madrid y diputado de la Asamblea entre 1991 y 2003. Y senador desde 1995; en 2011 fue elegido presidente de esta cámara, cargo que revalidó en enero de este año con 144 votos a favor de los 265 emitidos.
También ha estado salpicado por el caso de los papeles de Bárcenas. En 2013, fue interrogado en el Senado por el exjuez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.
Entonces García Escudero admitió haber recibido un préstamo de 24.000 euros del PP en el año 2000 para reformar su casa, dañada por un atentado de ETA, que no declaró. Y que entre 1999 y 2003 percibió, además de su sueldo de senador, 4.200 euros mensuales del partido.
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