“Si el pasado no se digiere puede volver en cualquier momento”
Julia Montejo acaba de publicar su cuarta novela, Los abrazos oscuros, tras Eva desnuda, Violetas para Olivia y Lo que tengo que contarte
La guionista y docente navarra vuelve con una intrigante historia. En su cuarta novela plantea cómo, aunque tratemos de guardarlo bajo llave, el pasado siempre está dispuesto a irrumpir en el presente. Su protagonista, Virginia, ve cómo su mundo se hace añicos al tropezar con Daniel, magnate de los medios de comunicación y ante todo, un hombre sin escrúpulos.
Pregunta: En este cruce de caminos planteas la falsa sensación de seguridad en la etapa media de la vida.
Respuesta: Daniel es un personaje contra el que tiene que luchar. Hasta su aparición, Virginia se siente segura, orgullosa de lo que ha construido, pero él le ofrece un plan profesional que no puede rechazar. Entonces, va tejiendo una red alrededor de ella, en la que va a obligándole a cuestionarse sus valores, principios éticos, lo que ella cree de sí misma… Además, tiene una información que ella decidió olvidar para seguir adelante, y eso va a ser lo que le vuelva seductor.
P: El pasado regresa y llena de interrogantes el presente.
R: Ella, como la mayoría de nosotros, cree que se puede hacer tabla rasa y empezar de nuevo. Con esta novela he querido explorar que quizá no sea así. El pasado, cuando no ha sido digerido y asumido, te puede dar una sorpresa en cualquier momento.
P: Mas aun cuando irrumpe un hombre como Daniel.
R: Él representa a un tipo de hombre que está en nuestra sociedad. Ha tenido mucho éxito, ha acumulado poder, un estatus que está directamente relacionado con tener pocos escrúpulos. Para él las reglas que para los demás son inamovibles, son un artificio inventado por los mediocres, por eso, las rompe y construye su propia ética.
P: En esta cuarta novela también una mujer es protagonista, ¿hay déficit de presencia femenina en la literatura?
R: Hemos tenido un papel relevante desde hace muchos años, pero las secciones dedicadas a la literatura de prestigio siguen estando ocupadas por los hombres. Habitualmente las mujeres hemos aparecido como comparsas, como objeto de deseo del hombre… Claro que deberíamos tener más presencia, pero también espero que llegue el momento en el que esta pregunta sea unisex. Seguro que a ningún autor varón le preguntan por ello.
P: ¿Le inquieta el exceso de exposición de la sociedad a las redes sociales, cree que es competencia?
R: Veo los avances tecnológicos como algo positivo pero ahora estamos en la cresta de la ola y se están creando disfunciones. Tenemos una obsesión excesiva. De hecho, yo misma decidí mantenerme al margen, desintoxicarme porque navegaba en la superficialidad, me llenaban de ruido la cabeza y me impedían hacer un buen trabajo. Ahora utilizo las redes sociales solo al servicio de mi profesión. En todo caso,
P: Durante diez años trabajó como guionista en Los Ángeles pero no le interesa rodar sus propias novelas, ¿por qué?
R: Cada vez estoy más volcada en la literatura. Me siento más cómoda y creo que me queda mucho camino por delante. Por desgracia, el emprender el camino del cine es pelear continuamente para sacar tu proyecto adelante. Orson Welles dijo que el 95% del tiempo lo había dedicado a intentar sacar una película. Y en el caso de la televisión, trabajas a las órdenes de otro o bajo ciertos intereses comerciales. Escribiendo novelas hago lo que quiero, como quiero, donde y cuando quiero. Me siento más libre. De todas formas, confío en que alguna de mis novelas suscite el interés suficiente para ser llevada a la pantalla. Pero que se encarguen otros.
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