Verano con Bach y sorpresa ‘furera’

Hay festivales que cautivan al público con el glamur de los divos y el gancho popular de los artistas más mediáticos. Pero el festival Bachcelona se mueve en una dimensión artística mucho más espiritual e íntima, invitando a disfrutar la música de Johann Sebastian Bach en diferentes formatos y espacios barceloneses, a veces casi en familia. En su nueva edición, del 21 de julio al 26 de julio, cuentan con la maestría bachiana de intérpretes como el organista, clavecinista y director de orquesta holandés Ton Koopman y el organista castellonense Juan de la Rubia. También exploran nuevos territorios con un espectáculo de La Fura dels Baus.

Regresa al festival el veterano Koopman, ilustre pionero de la interpretación con instrumentos de época, que en la jornada inaugural, en el Auditori compartirá escenario con su mujer, la clavecinista Tini Mathot y el barítono Klaus Mertens; el programa, lleno de encanto, ofrece un recorrido camerístico por la música del XVIII con la riqueza tímbrica y las texturas sonoras de dos clavicémbalos, un órgano y un pianoforte.

La sabiduría de Koopman iluminará también un espectáculo pedagógico bajo el título Kinderbach que pretende acercar la música antigua a los niños a través de una historia sobre Caecilia, una estatua abandonada en una iglesia y un órgano que la hará revivir. Y en la Filmoteca se proyectará un documental biográfico sobre este director dirigido por Paul Hegeman. La filmoteca también ofrecerá una sesión de cine mudo con piezas de Bach interpretadas por el pianista Lluís Vidal.

Los directores de Bachcelona, Pau Jorquera y Daniel Tarrida, anunciaron en la presentación del festival una excitante propuesta con el sello escénico de La Fura dels Baus, el espectáculo Freebach que podrá verse el 24 de julio en la Fábrica Moritz en sesión doble, a las 13 horas y a las 19 horas.

¿Bach por La Fura? Pues sí, porque Miki Espuma y David Cid, de la famosa compañía barcelonesa, han escogido una partitura de esencias populares, la Bauernkantate (cantata de los labradores), BWV 212, tocada por la sátira, la crítica social y la invitación a los placeres más mundanos, y que incluye un peculiar homenaje a la cerveza. La versión escenificada y libre de esta cantata con el toque furero cuenta con la participación de la cantaora Ginesa Ortega y la soprano Eulàlia Fantova.

El abanico de propuestas es muy sugerente, como la oportunidad de descubrir la acústica de un emblemático edificio de Antonio Gaudí que fue concebido como sala de conciertos privada, el Palau Güell, en una visita-concierto de la mano de Juan de la Rubia, organista de la Sagrada Familia, que cada vez está ganando mayor proyección internacional. El programa permitirá disfrutar la sonoridad del órgano que preside el salón central, fabricado por el maestro organero Albert Blancafort.

Pequeño formato

Entre los conciertos de pequeño formato destacan un recital de la violinista francesa Virginie Robilliard en una casa particular de la Plaza Real —un día después, Robilliard, acompañada por el percusionista Thomas Guei, ofrecerá en Jamboree un concierto que combinará el violín y la percusión africana—, y un concierto en el recinto modernista de Sant Pau a cargo de dos jóvenes intérpretes ingleses, el violinista John Crockatt y el clavicembalista Tom Foster.

Fieles al proyecto artístico Bach Zum Mitsingen, que desde 2011 ofrece el ciclo integral de las cantatas de Bach en formato participativo, el Ensemble BZM, con Daniel Tarrida al órgano y dirección de Pau Jorquera, interpretará las cantatas BWV17 y 94 en la Basílica de Santa María del Pi en dos jornadas y con diferente formato; el 24 tendrá lugar el concierto participativo (19 horas) y al día siguiente (12 horas) se interpretarán integradas en la liturgia, tal y como fueron concebidas por el genial compositor alemán.