Miles de personas se manifiestan contra el Plan hidrológico del Ebro

Unas 15.000 personas, según la Guardia urbana, muchos de ellos vestidos con camisetas azules, estampadas con el emblemático nudo de una cañería, han desfilado este mediodía por el centro de Barcelona clamando contra el Plan de Cuencas del Ebro impulsado por el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy. Con el apoyo de todas los partidos –salvo el Partido Popular y Ciudadanos-, los manifestantes, llegados de toda Cataluña pero también de Valencia y Aragón, han partido de la plaza Universitat y han concluido en un acto reivindicativo en la plaça de la Catedral contra el proyecto, que esperan que frene la Unión Europea.

Precedidos por tres tractores de la Unió de Pagesos, llegados de Sant Boi, miembros de la plataforma en defensa del Ebro, liderada por Manolo Tomás, que ya se opuso al primer plan hidrológico de Aznar, han abierto la marcha con una pancarta en la que se leía “El Ebro sin caudales es la muerte del Delta”, con el simbólico nudo de otras tantas protestas. Tras varias manifestaciones en las Tierras del Ebro, los manifestantes, que han  clamado la épica frase “lo riu es vida, ni un pam de terra” (El río es vida, ni un palmo de tierra), se han trasladado a Barcelona para denunciar la decisión del Ejecutivo en funciones que aprobó en enero el Plan de Cuencas.

No ha faltado casi nadie a la cita. Bajo el lema “respetad las directrices medioambientales europeas”, la multitudinaria manifestación ha contado con la presencia de Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, miembros del Gobierno catalán, candidatos a las elecciones al 26-J, representantes del PSC, Unió y otros partidos. Xavier Domènech, de En Comú Podem, ha avisado de que el PP aprobó el plan de forma “ilegítima”; Gabriel Rufián, de ERC, que el plan es una “nueva agresión del Estado contra Cataluña”, y la socialista Assumpta Escarp ha garantizado que si el PSOE gobierna lo frenará igual que hizo con el de Aznar.

Este es un problema de Cataluña y no solo del Delta", afirma uno de los portavoces de la Plataforma

Todos los políticos —salvo los de la CUP, que fueron tras otra— desfilaron tras una pancarta en la que se pedía al Ejecutivo que respete las directrices europeas de medio ambiente. La CUP ha optado por portar su propia pancarta y su presencia, expresamente separada del resto de partidos, ha generado cierta expectación entre los manifestantes por su oposición a dar luz verde al debate de los presupuestos. Varios de sus diputados, entre ellos Anna Gabriel, Eulàlia Reguant o Joan Garriga, llevaban una pancarta con la frase: “El agua no está en venta”. No han querido, a diferencia de otros partidos, realizar manifestaciones sobre el bloqueo presupuestario de la Generalitat.

Bajo un sol de justicia y portando decenas de globos azules y de estelades, el cortejo ha desfilado por la Via Laietana y ha acabado su recorrido en la plaza de la Catedral. “Este es un problema de Cataluña y no solo del Delta. El agua es vida y no una mercadería”, ha afirmado el conductor del acto desde un escenario. Una portavoz de la plataforma ha advertido que el plan de cuencas del Ebro es el fin del Delta. "Y es uno de los espacios naturales más emblemáticos de Europa. El plan plantea 450.000 hectáreas de nuevos regadíos y 50 nuevos embalses", ha avisado. Miguel Solana, portavoz de la defensa del río Aragón, ha avisado que el plan de cuencas afecta tanto al Delta como al Pirineo. "Hay que actuar con inteligencia estratégica. ¡Viva la montaña del Pirineo sin pantanos y no a los trasvases!”, ha clamado en medio de aplausos. El acto ha concluido con la lectura de un manifiesto por parte de la actriz Mercè Martínez en contra del proyecto.