“En estos momentos no contemplo ser alcaldable en Barcelona”
El consejero de Cultura reconoce que las relaciones de Junts Pel Sí con la CUP son "de extrema dificultad"
Santi Vila (Granollers, 1973) se convirtió en ejemplo para Artur Mas por su capacidad para establecer puentes con Madrid en plena ruptura entre la Generalitat y el Estado. Procede del mundo local, el vivero de nuevos liderazgos que reclama el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Es consejero de Cultura tras ocupar la cartera de Territorio. Pero su pragmatismo respecto al proceso y su ambición también le han valido críticas dentro del partido que ahora inicia su refundación.
Sin una base amplia de militantes que lo apoye, participa en el debate interno de Convergència Democràtica con su libro Un momento fundacional. Visiones desde el reformismo moderno (Pòrtic, 2016). Su figura también suena para ser el próximo alcaldable de Barcelona por CDC ahora que el partido se ha estrenado en la celebración de primarias. “Por ahora no”, viene a decir.
Pregunta. En su libro apunta que el proceso soberanista sería impensable sin la crisis económica.
Respuesta. En cuatro años hemos tenido que aplicar más de 5.000 millones en ajustes, así que el relato político tenía que generar un contexto de esperanza. Sin esto, el proceso no se hubiera producido, al menos con esta fuerza. Juegan muchas más circunstancias, pero esa es una.
P. Desde su pragmatismo, ¿pacto fiscal o independencia?
R. El pacto fiscal ya no es suficiente. El nuevo Gobierno de España tiene que ser consciente de que el proceso ha ido muy lejos y que hay dos millones de personas que están a favor de la independencia. No hay nadie que venga a Cataluña y diga: “No hablemos más. Arreglaremos el pacto fiscal y blindaremos el tema identitario”.
"El pacto fiscal ya no es suficiente. El nuevo Gobierno de España tiene que ser consciente de que el proceso ha ido muy lejos"
P. Dinero, identidad y lengua.
R. Esa es la agenda. Al catalanismo político ya no le toca formular más propuestas. En otras circunstancias, cuando ha habido una crisis institucional tan fuerte, quién ha dado un paso al frente ha sido el Estado. Aquí no arriesga nadie. Ni el PP ni el PSOE. El proceso se dirimirá más en función de los errores que de los aciertos.
P. Cuando se despidió de la alcaldía de Figueres, la CUP fue durísima con usted. ¿Vive con tranquilidad el acuerdo de legislatura con ellos?
R. Se vive con penosidad. Genera muchas tensiones porque tenemos concepciones muy diferentes.
P. ¿La legislatura puede durar menos de los 18 meses pactados?
R. No lo sabe nadie. Ahora tenemos dos exámenes: los Presupuestos y la campaña electoral. Para CDC estar en el Gobierno es positivo, pero no a cualquier precio. Cuando ya ves que todo se enturbia demasiado, tienes que poner fin a la legislatura. Yo creo que el nivel de complicidad con ERC es positivo y el nivel de relación con la CUP es de extrema dificultad, lo que augura más dificultades.
P. Había un acuerdo con el Gobierno de Aragón por los bienes de Sijena, que ERC vetó.
"Aquí no arriesga nadie. Ni el PP ni el PSOE. El proceso se dirimirá más en función de los errores que de los aciertos"
R. Fue una pena no haber tejido más complicidades domésticas, porque ahorraba la humillación de una resolución judicial que nos obligue a hacer por la fuerza lo que habríamos realizado con agrado. Hubo inteligencias superiores que creían que no era el momento adecuado. Ahora tenemos una sentencia cada vez más firme. El 25 de julio se deben entregar esos bienes.
P. El sábado CDC abrió una nueva etapa con sus primeras primarias. ¿Las considera un buen instrumento?
R. El cabeza de lista para las generales y el de las elecciones en Cataluña es bueno que sean elegidos por primarias. Estos dos, seguro. Quizás también el que encabece la lista en algunas grandes ciudades. No más allá.
P. ¿Aprovecharía unas primarias para presentarse como candidato por Barcelona?
R. De este tema se especula desde hace algunas semanas y yo creo que es un debate inoportuno e improcedente ahora. Es extemporáneo. No lo contemplo en estos momentos. Hace cuatro años que vivo en Barcelona, es una ciudad a la que quiero mucho y me preocupa la evolución política de la ciudad. Pero es precipitado hablar sobre las personas, como pasa a nivel nacional.
P. ¿Le gustaría ser alcalde de Barcelona?
R. Me gusta mucho la política que se puede evaluar bien, vinculada con proyectos concretos. No me puedo pronunciar sobre esto porque distorsionaría el debate.
P. Convergència sigue cayendo en las encuestas.
R. CDC ha hecho un ejercicio de generosidad muy grande con su agenda del proceso y eso nos está sangrando.
P. ¿A CDC le interesa que el proceso acabe cuanto antes mejor?
R. Que se acabe bien y cuanto antes mejor para que no tenga que ir con socios extraños.
"CDC ha hecho un ejercicio de generosidad muy grande con su agenda del proceso y eso nos está sangrando"
P. El partido se refundará, pero lo lideran las mismas personas. Usted critica ese hecho en el libro.
R. Lo más importante es que haya caras nuevas y aire fresco. CDC tiene un muy buen plantel de políticos, que se lo han ganado en el mundo local. Tenemos que confiar en ellos. O nos ponemos en sus manos o no haremos nada. Seremos una cosa marginal.
P. Usted representa uno de esos nuevos liderazgos a los que se refiere Artur Mas, pero no tiene soldados en el partido.
R. Yo no tengo soldados, tengo complicidades. Hay muchos cuadros de CDC que hacemos el mismo diagnóstico y ofrecemos las mismas soluciones. Entre 20 y 25 personas muy fuertes de este partido. Pero también es cierto que este partido está muy acostumbrado a gestionarse de una forma muy vertical. Y el debate ha empezado por quién va con quien, a qué corriente pertenece cada cual... Mucho ruido y poca aportación.
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