Bassa revisa el copago para dar más dinero de bolsillo a los beneficiarios
La medida afectará a unos 6.800 usuarios de residencia y comprometerá 8 millones de euros de la Generalitat
Las entidades que trabajan con personas con discapacidad física e intelectual han ganado la batalla. La consejera de Trabajo y Asuntos Sociales, Dolors Bassa, ha anunciado que modificará la orden de copago social para garantizar una cantidad mayor de dinero para gastos personales del beneficiario, el llamado dinero de bolsillo. Con ello se pone fin a situaciones en las que algunas personas, especialmente discapacitados físicos, quedaban con solo 132 euros disponibles al mes después de pagar su cuota de copago.
La mejora, que beneficiará a unas 6.800 personas, fue acordado con las cuatro principales entidades del sector: Dincat, Cocarmi, FEPCCAT y Ecom. La medida se aplicará de forma retroactiva desde enero de este año. La Generalitat asegura que el cambio en los baremos implicará un esfuerzo adicional de 8 millones de euros pero que no dependerá de los nuevos Presupuestos. Bassa ha hecho el anuncio en el marco de la constitución del Consell de la Discapacitat de Catalunya.
La consejera le da la razón finalmente a las entidades, que durante la época de Neus Munté frente al departamento de Bienestar Social nunca pudo llegar a un acuerdo. En mayo de 2014, la Generalitat puso en marcha el nuevo sistema de copago, que como novedad contabilizaba el patrimonio además de la renta. La vivienda habitual no era tenida en cuenta y se garantizaba una porción para el dinero de bolsillo, que se calcula de acuerdo al Indicador de Renta de Suficiencia de Cataluña (IRSC).
Las entidades aseguraban que se trataba de una "medida confiscatoria" mientras que la Generalitat defendía que sus baremos eran mucho más generosos que los que imponía la orden del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales. Varios afectados de la residencia de Sant Salvador, en Tarragona, incluso se quejaron de que las cuotas a pagar eran mayores que sus ingresos.
Los nuevos baremos afectarán a cuatro colectivos: las personas con plaza en una residencia de discapacidad física, en una de discapacidad intelectual que necesite apoyo generalizado o apoyo extenso y en un hogar-residencia de discapacitados. Hasta ahora, en el primer supuesto, el dinero de bolsillo de una persona pasará del 30% del IRSC al 30%. Se llegaría así hasta unos 398 euros.
Desde Dincat consideran la decisión de Bassa un avance, aunque creen que la guerra no se ha ganado. "Se trata de un acuerdo de mínimos, se ha de revisar con carácter de urgencia la retirada el patrimonio dentro del cálculo del copago y establecer un tope en lo que se debería abonar", pidieron las entidades en un comunicado.
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