Barcelona eliminará los puestos de ‘souvenirs’ de La Rambla

Los quioscos de souvenirs y productos de elaboración artesana (chocolate o dulces) que hay en la Rambla de Barcelona “no responden al interés general” y se eliminarán. Es lo que propone el Plan Especial de Ordenación de la Rambla que el Ayuntamiento quiere someter a votación la próxima semana en la comisión de Urbanismo.

Este controvertido plan de uno de los espacios más singulares de la ciudad viene de lejos, del inicio de mandato del ex alcalde Xavier Trias (CiU), cuando se planteó lo que se denominó Pla Cor. De hecho, siempre que se plantea cualquier cambio o normativa que afecte a la calle más famosa de Barcelona hay polémica. Lo fue la retirada de las pajarerías, cuando se mueven estatuas humanas, una ordenanza afecta a las terrazas o los quioscos, o que haya puestos de turrón de Agramunt.

En este caso el plan es la reformulación de la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, sobre el que dejó el alcalde Trias y que el actual ejecutivo consideró al llegar que obedecía a los intereses de los empresarios y hoteleros agrupados en la asociación Amics de la Rambla. Pin tampoco consideró correcto el proceso participativo e hizo uno propio. La intención del plan es, según el Ayuntamiento, “recuperar la esencia de la Rambla, la de paseo”.

Quioscos más pequeños

Para ello sugiere limitar los quioscos: 16 de flores, 11 de prensa, el del Museo de Cera y 9 de cupones de la Once. Además, los de prensa y los de flores deberán ocupar un largo máximo de 4,4 metros. Esto comporta reducir el tamaño de los que venden diarios, revistas y todo tipo de recuerdos de la ciudad.

Los de flores no podrán estar uno delante de otro y tendrán que cumplir un régimen de distancia respeto a las paradas del metro, los ascensores o edificios catalogados. Tampoco las terrazas de bares podrán estar confrontadas. El objetivo de todo el plan, justifica el ayuntamiento, es “priorizar los usos de los peatones, esponjar el paseo y facilitar la comunicación entre Gòtic y Raval”.