Unió se inclina por no presentarse a las elecciones del 26-J

La dirección de Unió ha decidido no presentarse a las elecciones del 26-J. La dirección del partido democristiano se inclina por esta opción tras haber estado varias semanas estudiando esa posibilidad. Con el partido en una situación de concurso de acreedores y peleado por el pago de la deuda que comparte con Convergència, Unió es actualmente un partido extraparlamentario al no obtener ningún escaño en las elecciones del 27-S y en las generales del 20-D. Con todo, la decisión final no se comunicará hasta finales de esta semana, explican fuentes de la dirección del partido.

Ramon Espadaler, secretario general de Unió, ha confirmado esta noche en 8TV que este fin de semana tomarán una decisión definitiva pero no ha querido aclarar cual es su preferencia. En todo caso, el democristiano ha señalado que, con "independencia de si son capaces de configurar la candidatura, continuará teniendo contactos con sectores para que Unió pueda representar el espacio catalanista que defiende el derecho a decidir. "Ahora está trinchado", ha dicho.

La situación de Unió es muy delicada tras la renuncia de su último diputado, Francesc Gambús, y de varios cargos como Antoni Font, exasesor de Josep Antoni Duran Lleida y Joan Cañada, el coordinador de la consulta del 9-N. Pese a todo, la cúpula de Unió aceptó estudiar la posibilidad de formalizar una candidatura para que encarnara la opción del centro catalanista y soberanista. Tras sopesar los apoyos que podía recabar, la dirección, tras varias semanas aplazando la decisión, apuesta por no participar en las elecciones. Pese a que está en situación de preconcurso de acreedores, Espadaler ha aclarado que la situación económica no influye en la decisión final porque su campaña electoral sería "ultramodesta".

El plazo para que los partidos presenten sus candidaturas en la Junta Electoral expira el día 23 y los democristianos prevén debatir y cerrar la decisión el fin de semana. Duran Lleida se presentó a los comicios del 20-D y obtuvo un resultado peor que el de Espadaler en las elecciones del 27-S. Este mal resultado motivó que el líder democristiano presentara su dimisión. El actual secretario general se había mostrado partidario hasta ahora de concurrir a los comicios hasta el punto que atribuyó la reclamación que hizo Convergència de la deuda a su "nerviosismo" por si se presentaban a los comicios.