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El amor en la era de Tinder

Joan Carreras y Mariona Ribas interpretan en La Villarroel ‘Pretty’, comedia sobre la belleza

Joan Carreras y Pau Roca, protagonistas de Pretty
Joan Carreras y Pau Roca, protagonistas de Pretty

¿Puede alguien pensar que su pareja es fea? ¿Por qué importa tanto el aspecto físico hoy en día? Este debate cae como una bomba en la vida de los protagonistas de Pretty (Reasons to be pretty en su título original), comedia ácida de Neil LaBute sobre la tiranía de la belleza, que se representará desde este viernes en La Villarroel. Todo arranca cuando dos parejas de amigos se enzarzan en el terreno pantanoso que conlleva la obsesión social por ser atractivo.

El problema se desata cuando Toni (Joan Carreras) y Edu (Pau Roca), operarios de una fábrica de distribución de alimentos que trabajan en horario nocturno, deciden pasar un rato de su tiempo libre bebiendo cervezas y lavando el coche. Mientras entran en faena el último, en un ataque de sinceridad, confiesa lo que piensa sobre su novia: Cree que su pareja, Meri (Sara Espígul), no es guapa. El comentario no tendría más importancia si no fuese porque Carla (Mariona Ribas), pareja de Toni, escucha atónita la conversación. Carla trabaja en la misma fábrica que los dos hombres, también en horario nocturno, ejerciendo de guarda de seguridad. Sin embargo, Meri es su mejor amiga, así que decide llamarla y explicarle enfadada que está saliendo con un hombre que no la ve atractiva. Los amigos se sumen en el caos tras la confesión, en una onda expansiva que abarca también la infidelidad, la traición y el engaño.

“Es una comedia mordaz, LaBute explica desde la comicidad por qué los valores estéticos condicionan tanto y acaban decidiendo con quién nos relacionamos. Además pone en escena el mundo obrero”, explica Marilia Samper, directora de Pretty, coproducida por La Villarroel y por Sixto Paz Produccions. LaBute ya abordó los prejuicios estéticos en Gorda y en La forma de las cosas. La primera se representó con gran éxito en La Villarroel durante la temporada 2006-2007. Pretty estará en cartel hasta el 12 de junio.

Si en montajes anteriores Sixto Paz Produccions desplegó un sistema de entrega de entradas a domicilio o de taquilla inversa, en esta ocasión el colectivo ha querido ir más allá. Por eso en la entrada del teatro habrá dos accesos para el público. Uno para guapos, y otro para las personas de aspecto “normal”, añade Roca. “Alguien del equipo decidirá desde qué pasillo acceden a la sala y quizá obligará a los espectadores a separarse. Queremos que también se sientan juzgados”, desgrana Roca. La medida no será agresiva porque una vez atravesado el pasillo podrán volver a unirse, pero servirá para que empiecen a ver la función reflexionando sobre el argumento de Pretty. “Queremos que cuando el espectador se siente en su butaca tenga una predisposición a juzgar diferente”, cuenta Roca.

La escenografía evoca una fábrica, un centro comercial o una cancha de baloncesto. A través de estos enclaves, en Pretty cada personaje lleva su carácter al extremo de manera visceral y primaria. “Toni es un cafre, no querrías que fuese ni tu pareja ni un conocido. Pero todos tenemos algunas trazas de él escondidas en nuestra personalidad”, detalla Carreras. Meri, en cambio, es una peluquera de barrio temperamental e incapaz de controlar sus emociones. “Aparentemente puede parecer una histérica, pero todos podemos identificarnos con ella, es muy insegura, busca sentirse deseada por los demás”, cree Espígul. Edu hace la función de "los ojos del espectador”, comenta Roca. Carla, en cambio, ve su vida reducida a trabajar de noche y dormir de día. Siente, a la vez, que todos a su alrededor la juzgan a partir de su físico. “Ellos (en referencia a Carla y Toni) enseñan demasiado que son guapos. En la obra vemos lo que ocurre con estas parejas que se gustan tanto y tienen tanta necesidad de demostrarlo al mundo, colgando fotos o diciéndose “te quiero” todo el rato en las redes sociales”, reflexiona Ribas.

“Es una obra contemporánea; ahora se liga en Internet en función de si te gusta o no una cara”, relata Samper en referencia a redes sociales como Tinder, aplicación en la que los usuarios escogen a sus potenciales parejas tras ver sus fotos. En esta aplicación hay sorpresas: El equipo de Pretty ha creado cuatro perfiles falsos de los protagonista de la obra en los que se declaran bisexuales. “Tienen mucho éxito. Si un usuario nos descubre le enviamos un enlace con descuentos para venir al espectáculo”, explican desde Sixto Paz Produccions.

En paralelo, han creado en Tinder otro perfil oculto menos agraciado. La primera persona que lo encuentre tendrá un premio de 200 euros. Todo, con un fin: “La belleza es un concepto muy subjetivo como para que tenga un peso tan importante en nuestra vida. Los gimnasios están llenos de gente, ¿Por qué es necesario ser más guapo a tener más inteligencia?”, concluye la directora de Pretty.

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