El defensor detecta deficiencias en las medidas contra el acoso escolar
Educación acumula el 38,7% de las quejas en la oficina de defensa del menor en Andalucía
"El acoso escolar deja huellas difíciles de borrar. Es una situación que se puede desactivar bien, y cuyas consecuencias devienen posteriormente en la dominación de unos sobre otros y puede aparecer la violencia de género porque la chica perdió su identidad. A edades tempranas se puede actuar, lo peligroso son las marcas", ha declarado este jueves el defensor del Menor de Andalucía, Jesús Maeztu, tras presentar el informe anual de 2015 este jueves en el Parlamento andaluz. En él se apunta a una deficiencia en las medidas y protocolos implementadas por la Consejería de Educación contra el acoso escolar, por lo que la oficina ha abierto un informe especial que presentará a final de año para conocer con detalle la situación.
"La primera batalla es tener datos, un acoso tiene que estar registrado. Tenemos que saber cuál es el enemigo, cómo funciona el protocolo de detección de casos, qué hay que cambiar. Queremos meterle diente al tema", ha añadido Maeztu, que considera que hay un fallo de coordinación y control entre colegios y familias, aunque sí ve voluntad para resolver esta cuestión. "Hay vicios que desbloquean el progreso de la situación. Una familia no puede ver una deshonra en que su hijo o su hija sea acosado, y un centro escolar no puede ver como una tacha que sucedan estos casos. Al revés el colegio que da respuesta es más fiable", ha considerado.
El año pasado la oficina registró 30 quejas, en 2014 fueron nueve y en 2013 la cifra se elevó a 21, las mismas que en lo que va de ejercicio este 2016. Para Maeztu, la clave está en visibilizar, sensibilizar y concienciar sobre este problema. "Las familias quitan a los hijos del colegio y esa no es la solución. La permanencia del acoso es el silencio", ha añadido Maeztu, que ha señalado también el ciberacoso como un tema a tratar y el generado por los problemas en las identidades sexuales.
Además de esta cuestión, la Educación se sitúa a la cabeza con 405 quejas recibidas, que suponen el 38,7% del total de las tramitadas en la oficina el año pasado (1.045). De ellas, el deterioro en la atención educativa al alumnado con necesidades específicas se ha situado como uno de los problemas incipientes. La ausencia de monitores, de recursos necesarios para su desarrollo y de desplazamientos para acceder al comedor escolar por la entrada de personas sin recursos en este servicio han marcado también el informe del defensor. "Los problemas de escolarización cada vez van a mejor, aunque ha aumentado el de reagrupación familiar en los centros. Y estamos encontrando un yacimiento de temas en la educación especial y compensatoria", ha apuntado Maeztu.
El defensor ha resaltado el tratamiento de la pobreza infantil como eje clave del desarrollo social, por lo que ha solicitado más inversión en este aspecto. "Uno de cada tres niños vive en la pobreza en Andalucía. Hay que invertir en este campo porque es nuestro futuro, porque va a marcar la adolescencia y la época adulta. Hay mucha probabilidad de que hereden la pobreza. Serán pobres de mayor porque sus padres también lo son", ha considerado.
La inclusión de atención psicológica para los menores refugiados que llegan a la comunidad y los problemas burocráticos para la identificación de recién nacidos de madres sin identificación documental son otras de las cuestiones resaltadas en el informe de 2015 para que sean consideradas en el ámbito del Parlamento andaluz.
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