Comerciantes y vecinos, juntos por la reforma de la Via Laietana

La demanda de la reforma de la Via Laietana de Barcelona —que pasa por eliminar un carril de circulación, ensanchar aceras y revitalizar el comercio—, gana apoyos. Tras su reivindicación inicial, los comerciantes de la zona han sumado a su manifiesto a los grandes gremios del sector, las asociaciones de vecinos del entorno, el sindicato CC OO y las patronales, el colegio de Arquitectos, hoteles o la Fundación del Palau de la Música. Más de un centenar de organizaciones que creen que “es la hora” de la Via Laietana.

El presidente de la Asociación de Comerciantes de Via Laietana, Xavier González, lanzó ayer dos mensajes: que “todos los ejes importantes de la ciudad se han remodelado” y que para el ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau “no es una prioridad” dar turno a esta arteria, una reforma que costaría entre seis y ocho millones de euros, afirmó.

El Plan de Actuación Municipal del Gobierno habla de “revisar el proyecto existente a partir de un proceso participativo, para convertirla en un eje cívico que sirva para conectar los barrios”. Un escueto texto que, a priori, encaja con las peticiones del manifiesto pero sobre el que no hay concreción.

La concejal de CiU y exregidora de Ciutat Vella, Mercè Homs, recordó ayer que el pleno del distrito votó por unanimidad emplazar a Colau a iniciar una reforma “para la que el anterior gobierno lo dejó todo listo, tras eliminar los autocares turísticos y rehabilitar la plaza de Ramon Berenguer”, entre otras actuaciones.

El título del manifiesto es Por un nuevo eje cívico, humanicemos la Via Laietana y defiende convertir esta calle que cruza el distrito de Ciutat Vella en su idea original cuando se planeó a comienzos del siglo XX: la unión entre el puerto y la ciudad. El manifiesto afirma que la calle se ha convertido “en todo lo contrario al objetivo por la que se creó: una barrera física, una herida en el corazón de Ciutat Vella que provoca que los barceloneses no la sientan suya sino como una anomalía inexplicable en el centro”.

El decálogo que acompaña el manifiesto recuerda que la reforma de la Via Laietana pasa de mandato en mandato sin que nadie la aborde y concreta reivindicaciones: frenar su desertización (que no cierren más comercios ni se marchen más vecinos) o revitalizar el tejido comercial vinculándolo a una mejora del espacio público y a reformas previas, como la del Mercado de Santa Caterina. Sobre la movilidad, habla de mejorar la circulación, una reivindicación que el manifiesto amplía al pedir eliminar un carril de circulación: pasar de los dos de bajada y tres de subida actuales a dos y dos. Una petición que vincula a la reducción de la contaminación acústica y medioambiental: “Los niveles de ruido [...] superan los valores establecidos en la ordenanza municipal”, dice.