El juez investiga a TMB por tráfico de influencias
CGT denunció a una directiva de recursos humanos por contratar familiares de sindicalistas
La Audiencia de Barcelona ha admitido a trámite una querella por tráfico de influencias presentada por CGT contra una directiva del departamento de recursos humanos de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). La representación de este sindicato en Transportes de Barcelona (TB), la sociedad que se encarga del servicio de autobuses, acusa a la responsable de la unidad de selección, M. A. Pardo, de ofrecer empleo en otra empresa del grupo a familiares de tres sindicalistas a cambio de concesiones en la negociación del convenio colectivo.
La querella había sido rechazada a finales de noviembre del año pasado por el Juzgado de Instrucción número 24, una decisión que fue recurrida por CGT ante la Audiencia. Esta ha dictaminado que "no se puede descartar... la existencia de un delito de prevaricación administrativa", ya que TMB no siguió el procedimiento habitual a la hora de realizar estas contrataciones y ni siquiera "ha aportado una mínima explicación que permita considerar la existencia de algún fundamento" para hacerlas. El Tribunal ha ordenado que el caso sea devuelto al juzgado de instrucción para que lo investigue.
TMB reparte la gestión del metro y los autobuses entre dos sociedades que funcionan de forma independiente: Ferrocarril Metropolitano de Barcelona (Metro) y Transportes de Barcelona, respectivamente. Esta última se encuentra inmersa en el proceso de renovación de su convenio colectivo desde hace más de un año. CGT acusa a la directiva de "influir" en el director de gestión de recursos humanos para que contrate a tres familiares próximos a dos sindicalistas de UGT y uno del Sindicato Independiente de Transportes (SIT). El objetivo, según la agrupación, era utilizar estas contrataciones como moneda de cambio en la mesa de negociación del convenio, de la cual formaban parte estos tres delegados. La plantilla de TB ya ha rechazado en asamblea dos preacuerdos firmados entre la dirección y algunos sindicatos, entre ellos, UGT y SIT.
Estas contrataciones, realizadas en verano y con carácter temporal, ya provocaron el año pasado que la Inspección de Trabajo de Cataluña levantara un acta de infracción a TMB. La empresa municipal seleccionó a estos candidatos sin haber hecho pública la oferta de estos puestos de trabajo y no pudo explicar al inspector el porqué.
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