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Noche y electrónica
Columna
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Secreto en la noche

Con poco más de un mes de vida, Cha Chá Club se ha convertido en lugar de peregrinación de muchos noctámbulos

Abraham Rivera

Con poco más de un mes de vida, Cha Chá Club, en la calle Cedaceros, muy cerca del Congreso de los Diputados, se ha convertido en lugar de peregrinación de muchos noctámbulos de la capital. El nuevo espacio, ubicado en lo que fue el antiguo cine Bogart, ha sido remodelado con especial cuidado, dejando a la vista una increíble pista de baile de madera; amusofás de terciopelo rojo y con unas escaleras doradas de ensueño. El club es de acceso restringido —solo para socios ya que funciona como una especie de asociación—, por lo que para cruzar el umbral de su puerta es necesario apuntarse previamente en sus diferentes redes sociales.

El invitado especial de este fin de semana es Sandro Bianchi. Junto a Edgar Kerri, socio fundador de Cha Chá y miembro de Zombie Kids. Bianchi, que nació en Italia y creció en Perú, reside en Madrid desde 1987, cuando aterrizó para estudiar diseño de moda. Desde mediados de los noventa se le ha podido ver en muchas de las salas más interesantes de la ciudad, como Plug, aquel club que abrió en 1995 en la sala Morocco, propiedad de Alaska.

“En aquella época se practicaba muy fuerte el skate y Plug fue uno de los lugares donde estaba todo el ambiente del hip hop y el rap”, explica el pinchadiscos.

Bianchi fue también residente del club vecino Bali Hai, donde se juntaba buena parte de la fauna asidua al clubbing madrileño. En los dosmiles desarrolló durante siete años su faceta deep house y soulful en Weekend. Además, durante 10 años puso música en el renovado Museo Chicote y exploró los sonidos nudisco en los bajos de Charada junto al colectivo Madactive.

Este viernes se le podrá ver pinchar en su vertiente más inglesa y negra: con sonidos deudores de estilos como el grime y el uk garage, sin dejar de lado el disco más acelerado.

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Sobre la firma

Abraham Rivera
Escribe desde 2015 para EL PAÍS sobre gastronomía, buen beber, música y cultura. Antes ha sido comisario de diversos festivales, entre ellos Electrónica en Abril para La Casa Encendida, y ha colaborado con Museo Reina Sofía, CA2M y Matadero. También ha presentado el programa Retromanía, en Radio 3, durante una década.

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